Síndrome del cuidador quemado: todo lo que debes saber

Síndrome del Cuidador Quemado

El Síndrome del Cuidador Quemado es algo que pueden sufrir todas las personas que cuidan de alguien dependiente. Cuidar de personas, mayores o pequeñas, es una experiencia positiva, cariñosa, emotiva y gratificante. Aún así, también puede provocar estrés, frustración, ansiedad y depresión.

Cuando esto ocurre debemos tener cuidado porque estamos empezando a experimentar el Síndrome del Cuidador Quemado. ¿Cómo evitar el síndrome del cuidador? Más abajo te damos algunas recomendaciones tanto para prevenirlo como más tratarlo.

¿Qué es el Síndrome del Cuidador Quemado?

El Síndrome del Cuidador Quemado es un profundo desgaste emocional y físico que experimenta una persona que convive y cuida de alguien dependiente. Esto es debido a exponerse a una serie de factores que acaban absorbiendo su vida personal, como el cansancio, la sobrecarga y el estrés del cuidador. La persona que sufre este trastorno se suele llamar “el cuidador quemado”.

Cuidar de otro es un trabajo sumamente duro y si a eso le sumamos una dedicación exclusiva las 24 horas del día o gran parte de él, la tarea se vuelve aún más complicada. Por eso, el Síndrome del Cuidador es algo muy frecuente entre los cuidadores y cuidadoras de personas mayores, especialmente los cuidadores familiares.

Con el cuidado diario, la salud del enfermo puede llegar a mejorar considerablemente, mientras que la del cuidador se deteriora progresivamente. Y si es el caso contrario y a pesar de los cuidados, la persona dependiente no mejora, el grado de deterioro en el cuidador puede ser aún mayor debido a la frustración que le generan los resultados.

Si cuidamos de alguien dependiente y detectamos indicios de que podemos padecerlo, debemos encontrar la forma de combatirlo lo más rápido posible. ¿Cómo? Lo mejor es pedir ayuda a cuidadores profesionales.

¿Cómo surge el Síndrome del Cuidador Quemado?

Cuando hablamos de personas dependientes, muchas veces nos concentramos sólo en ellas: en sus necesidades, en cómo debe cuidarse y en todo lo que tenga que ver con sus enfermedades. Sin embargo, debemos tener en cuenta que detrás de una persona dependiente hay alguien sumamente importante: el cuidador o cuidadora.

A veces, esta persona puede ser invisible a nivel emocional tanto para sí misma como para el entorno del paciente. Los cuidadores son superhéroes, ayudan a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Su labor debe ser reconocida.

Conforme va pasando el tiempo, el cuidador va asumiendo poco a poco una gran carga física y psíquica, ya que se responsabiliza por completo de la vida del persona dependiente: darle la medicación, prepararle la comida, cuidados básicos, estimulación física y cognitiva, visitas al médico, higiene…

Poco a poco, la persona cuidadora se va sintiendo absorbida, perdiendo sin darse cuenta su propia independencia: deja de lado su vida personal, familiar, social e incluso laboral. Esto provoca que se desatienda a ella misma, pero para cuidar bien de alguien primero debemos cuidarnos a nosotros mismos.

Las necesidades del cuidador no parecen ser relevantes porque la atención se dirige directamente hacia la persona mayor, a quien presta los servicios de cuidados. Con el paso del tiempo, las personas mayores pueden llegar a demandar más y más tiempo, por lo que el balance entre la vida personal y la tarea de cuidar se vuelve una misión difícil para el cuidador.

Cuidar de otra persona supone un gran esfuerzo que muchas veces no es reconocido ni recompensado. Dedicarse a tiempo completo al cuidado de una persona mayor produce gran agotamiento físico y mental, lo que al final puede desembocar en el desarrollo de diferentes trastornos como el que ocupa este artículo.

Causas del Síndrome del Cuidador Quemado

Después de un año de actividad en el sector de los cuidados de manera no profesional, muchos cuidadores acaban agotados y se irritan con facilidad. Empiezan a sufrir alteraciones físicas, emocionales y sociales que pueden desequilibrar muchos aspectos de su vida laboral y personal, a parte de su estado de salud.

La primera causa de este síndrome de cuidar a alguien es el estrés continuado al que se encuentra expuesto el cuidador debido a las constantes batallas con el paciente para ejercer los cuidados que este requiere. La confusión de roles y las expectativas poco realistas son unos factores que provocan más estrés al cuidador.

A veces, es difícil saber en qué momento debes tratar al paciente como amigo o familiar y en qué momento debes ejercer el papel de cuidador o cuidadora. Además, muchos cuidadores tienden a esperar que su contribución en los cuidados de la persona dependiente ayuden a mejorarle la calidad de vida por encima de las posibilidades reales. Debemos ser realistas, especialmente si el paciente sufre algún tipo de enfermedad cognitiva.

En otros casos la falta de control sobre la situación crea una fuerte frustración por la falta de dinero, recursos y habilidades para gestionar, planificar y organizar el cuidado de la persona. Todo esto intentando compaginarlo con la vida personal del cuidador o cuidadora.

Además, a veces nos exigimos a nosotros mismos más de lo que podemos asumir, sobre todo si creemos que somos los únicos responsables de la persona dependiente y además es un familiar.

Síntomas del Síndrome del Cuidador Quemado

Hay muchas señales que nos manda el cuerpo para hacernos saber que estamos padeciendo este síndrome. Los síntomas y signos se pueden percibir tanto física como emocional y socialmente.

Síntomas físicos

  • Agotamiento y fatiga crónica.
  • Aumento o disminución del apetito y del peso.
  • Trastornos del sueño: insomnio y somnolencia durante el día.
  • Dolores musculares, palpitaciones y molestias digestivas.
  • Consumo abusivo de bebidas con cafeína, alcohol o tabaco.
  • Abuso de pastillas o medicamentos para dormir.
  • Abandono de ti mismo (aspecto, higiene, moda, hobbies…).

Síntomas emocionales

  • Tristeza e irritabilidad.
    Cambios de humor o de estado de ánimo frecuentes.
    Pérdida de memoria, de atención y de concentración.
    Depresión y ansiedad.

Síntomas sociales

  • Aislamiento social.
  • Aislamiento familiar.
  • Pérdida de interés en los hobbies y en los momentos de ocio.
  • Desaparece la consideración hacia las personas de nuestro alrededor.
  • Perder la relación con amistades, familiares y compañeros.
  • Problemas laborales.

¿Qué hacer si experimentas el Síndrome del Cuidador Quemado?

¿Estás cuidando de alguna persona dependiente? ¿Crees que tienes el Síndrome del Cuidador Quemado? Te damos algunos consejos sobre cómo superar el síndrome del cuidador, los cuales también son útiles para evitar sufrirlo

El primer paso es recuperar el control. Para eso, debemos solicitar información sobre aspectos médicos del paciente y recibir la formación adecuada para poder cuidarlo. Investiga sobre los aspectos que pueden servirte de ayuda: la medicación, la evolución de la enfermedad, la adaptación del hogar… Debemos aceptar que cuidar de alguien con dependencia es una tarea complicada que trae mucho agotamiento.

El segundo paso es no olvidarte nunca de ti mismo y mantente motivado. Para cuidar bien de alguien, primero debemos cuidar de nosotros mismos. Te damos algunas ideas para conseguirlo:

  • Tómate al menos dos horas cada día para realizar asuntos propios.
  • Haz ejercicio todos los días para eliminar toxinas corporales y despejar la mente.
  • Mantén tus hobbies.
  • No descuides tus relaciones sociales.
  • Mantén tu higiene correctamente. Esto tiene un impacto positivo en tu estado emocional, así como cuidar nuestro aspecto físico.
  • Ten una dieta equilibrada.
  • Asegura que duermes las horas que necesitas, priorizando que sean durante la noche si es posible.

Pon límites a las demandas de la persona dependiente, no hagas lo que ella puede hacer por sí sola, aunque lo haga más lenta o mal. Además, no te sientas imprescindible, hay más personas que pueden relevarte y cuidar de ella. De hecho, es muy importante delegar responsabilidades del cuidado para que la situación no te sobrepase. El sacrificio total no es necesario.

El tercer paso es no tener miedo de acudir a profesionales, psicólogo o psiquiatra, ni de expresar abiertamente tus frustraciones, temores o resentimientos. Además, es muy aconsejable practicar técnicas de relajación psicofísica como el yoga.

Además, no olvides planificar las actividades de la semana y del día. Establece prioridades en tu rutina, no quieras hacerlo todo, escoge desde lo más urgente a lo importante. Si notas falta de tiempo cuando realizas las tareas, es normal que te agobies o sientas estrés.

Si ves que no consigues encontrar el equilibrio o que la situación requiere conocimientos de profesionales para asegurar una buena calidad de vida a tu familiar, te recomendamos que contactes con empresas de cuidados a domicilio como Cuideo. Nosotros te ayudaremos a encontrar al cuidador o cuidadora ideal para tu ser querido y así asegurar un bienestar tanto a él como a ti y a la familia entera.

Síndrome del Cuidador Quemado: autocuidado para combatirlo

Para poder combatir el Síndrome del Cuidador Quemado debemos tener en cuenta varios aspectos. El autocuidado es lo más importante ante esta situación. Para poder cuidar de una persona dependiente y ofrecerle unos cuidados de calidad, es esencial cuidar de uno mismo. Aprende a cuidarte para cuidar mejor.

Es una gran opción contemplar los servicios de cuidados a domicilio para ayudarte a disponer del tiempo que necesitas para tu autocuidado. Complementar los cuidados familiares con cuidados profesionales mejorará la calidad de vida de tus seres queridos mayores y te permitirá tener tiempo libre para ocuparte de ti mismo.

¿Qué diferencia los cuidadores con los que confía Cuideo del resto?

En Cuideo sabemos la importancia del rol de las cuidadoras y lo costoso que puede llegar a ser. Por eso, te queremos ayudar a encontrar a tu cuidadora ideal para que así puedas ocuparte de tus quehaceres.

Los cuidadores que colaboran con Cuideo disponen de la experiencia requerida y de recomendaciones validadas. Queremos garantizar el buen cuidado de tus seres queridos dependientes y, también, tu propia salud. El mejor servicio de apoyo a domicilio de confianza, dónde y cuándo lo necesitas.

¿Cómo encontramos el mejor cuidador o cuidadora para ti? Nuestro equipo hará una valoración de las necesidades del paciente y de lo que ofrece cada cuidadora. ¿Te preocupa la contratación? ¡Nosotros nos ocupamos de todos los trámites! Cuideo estamos a vuestra disposición para ayudaros a recuperar el equilibrio y el bienestar.

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