¿Qué es la Neumonía?
La neumonía es una patología respiratoria que afecta al pulmón. Está caracterizada por la multiplicación de los microorganismos en el interior de los alvéolos, provocando un inflamación infecciosa en los pulmones. La respiración se vuelve difícil y dolorosa.
Se trata de la infección que provoca más ingresos en los hospitales. Los niños y los más mayores son los más vulnerables y con más riesgos de mortalidad. La incidencia es más alta en la estación de invierno y afecta con mayor número a los varones.
Cada 12 de noviembre se organiza el Día Mundial contra la Neumonía, para concienciar sobre el impacto de esta enfermedad en varios grupos sociales:
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El principal grupo de riesgo en España son los mayores, sobre todo a partir de los 65 años. Existen estudios que afirman que solo uno de cada diez personas mayores de 65 años practica la medida más efectiva para la prevención de la neumonía; la vacunación.
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Primera causa de la mortalidad infantil.
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Entre el 21% y el 54% de los adultos que padecen neumonía tienen una corta esperanza de vida.
Síntomas Neumonía en ancianos
No todos los pacientes con neumonía sufren los mismo síntomas, ya que dependerá de la forma en que se adquiera la enfermedad y de su estado de salud.
Podemos distinguir tres tipos de neumonía generales:
Síntomas de Neumonía Común
- Tos extrema, con mocos, pus e incluso con sangre
- Fiebre de más de 37,5º
- Escalofríos con temblores
- Sudores
- Dolor de tórax
- Falta de aire
- Sonidos de afectación respiratoria
Síntomas de Neumonía Atípica
Todos los síntomas anteriores más:
- Alteraciones del estado de consciencia
- Confusión
- Dolor muscular y articular
- Alteraciones gastrointestinales
- Tos seca, sin mocos
- Dolor de cabeza
- Cansancio
- Malestar general
Síntomas de Neumonía Grave
A todos los síntomas anteriores le debemos sumar:
- Destrucción del tejido pulmonar
- Insuficiencia respiratoria
- Absceso pulmonar
- Acumulación de pus y líquido en el pulmón
- Caída de la tensión arterial
- Taquicardia
- Afección de otros órganos
Se debe tener en cuenta que cada paciente es un mundo. Cuando la enfermedad se produce en ancianos, los síntomas pueden ser más inespecíficos y aparecer con menos manifestaciones.
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Causas Neumonía en ancianos
Las neumonías se producen cuando un germen infeccioso invade el tejido pulmonar. Estos gérmenes pueden ser bacterias como virus y hongos y llegar por vías respiratorias, por la faringe o por vía sanguínea.
Nuestras vías respiratorias utilizan mecanismos de defensa para evitar que lleguen las bacterias y los virus al pulmón como la tos y algunas células (linfocitos, neutrófilos, macrófagos y anticuerpos). Cuando estas defensas se debilitan por ciertas circunstancias, facilitan la entrada de gérmenes al pulmón y la producción de infecciones.
Algunos de los factores riesgos que influyen a la alteración de los mecanismos de defensa son:
- Enfermedades crónicas: diabetes, cardiopatías, hepatopatías, cáncer, virus VIH, enfermedad renal o enfermedad pulmonar crónica (asma, bronquitis…)
- Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas
- Exposición a drogas por vía paternal
- Desnutrición o obesidad
- Falta de higiene oral y dental
- Demencia
- Gripe
- Varicela
- Bajo nivel de inmunidad
- Tratamientos inmunosupresores o con corticoides crónicos (quimioterapia, diálisis…)
- Residentes en centros de enfermos crónicos, de larga estancia o de tercera edad
Sin embargo, en el 50% de los casos, no se determina el agente responsable de la enfermedad.
Cuando hablamos de personas mayores, a parte de estos factores riesgo, también debemos tener en cuenta que la edad avanzada favorece la entrada de infecciones, debido a la disminución de las defensas y la presencia de otras enfermedades.
Neumonía en ancianos: Tratamiento
Para escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente, deberemos tener en cuenta el riesgo y los síntomas que presenta cada uno.
El tratamiento más básico y fundamental de la neumonía es el uso de antibióticos. Cuando se origina por una gripe grave se usan antivirales. Para ayudar a los antibióticos a cumplir su función debemos mantener al paciente hidratado y en reposo. Los analgesicos y los antitérmicos también son eficaces.
En los casos de neumonía más graves podría ser necesario el tratamiento de oxigenoterapia, según el oxígeno arterial del paciente. Si siguen las complicaciones, éste necesitará medicación broncodilatadora.
Cuidados Neumonía en ancianos
Si habéis notado cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente debeis acudir rápidamente a vuestro médico para que pueda diagnosticar la enfermedad y administrar el tratamiento ideal para frenar los síntomas y las posibles complicaciones.
Normalmente, sobre todo en personas mayores de 65 años, habrá un ingreso hospitalario. Durante la estancia en el hospital, los profesionales le ayudarán a mejorar la respiración, a obtener los nutrientes y líquidos necesario y a ingerir los antibióticos correspondientes. Al volver a casa se deben tener ciertos cuidados y precauciones.
Cómo cuidar de un anciano con Neumonía
Cuando el paciente con neumonía regresa a casa, aún experimenta ciertos síntomas de la enfermedad que irán mejorando poco a poco:
- La tos se irá reduciendo lentamente, en un período de 7 a 14 días
- El paciente experimentará insomnio y falta de apetito durante una semana
- El nivel de energía se recuperará lentamente en dos o más semanas
Para seguir mejorando sin complicaciones podemos aplicarnos algunos cuidados extras:
- Colocar un trozo de tela húmeda y caliente sin apretar sobre la nariz y la boca
- Respirar aire húmedo y caliente ayuda a aflojar la mucosidad pegajosa
- Respira hondo 2 o 3 veces cada hora. Esto le ayudará a abrir las vías respiratorias del pulmón Intenta que el paciente esté en reposo y descanse lo máximo posible
- Mientras el paciente está acostado, dale palmaditas en el pecho suavemente unas cuantas veces, así le ayudarás a sacar los mocos acumulados
- Haz que el paciente tome agua, jugo o té suave. Al menos de 1,5 a 2,5 litros diarios
- No consuma tabaco, alcohol u otras drogas
- Siga en todo momento las pautas del médico
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