Podología en casa 
para personas mayores

La podología a domicilio para mayores es un servicio profesional pensado para personas que no pueden desplazarse fácilmente o que prefieren ser atendidas en casa. Es una solución cómoda, segura y adaptada a personas con movilidad reducida o que simplemente buscan una atención más personalizada.

Un podólogo a domicilio se encarga de cuidar la salud de los pies de personas mayores sin necesidad de que tengan que desplazarse.

Durante la visita, realiza tareas como el corte correcto de uñas, tratamiento de callosidades y durezas, y prevención de problemas como uñas encarnadas, infecciones o complicaciones en casos de diabetes o movilidad reducida.

Además, puede detectar alteraciones en la marcha y, si es necesario, recomendar el uso de plantillas personalizadas. Todo esto, desde la comodidad de casa y con material esterilizado.

Cada visita puede adaptarse según las necesidades, pero por lo general incluye: corte y limpieza de uñas, eliminación de durezas, callosidades o helomas, tratamiento de uñas encarnadas o engrosadas, tratamiento de verrugas plantares a domicilio, y una revisión general del estado del pie.

Si fuera necesario, también se puede valorar la elaboración de plantillas personalizadas o el seguimiento de pies con riesgo (diabéticos, neuropáticos, etc.).

El podólogo especializado en pie geriátrico adaptará el tiempo en función del estado de los pies y de la valoración que realice en cada visita. En algunos casos más complicados, como el tratamiento de un pie diabético, la sesión puede alargarse un poco más para asegurar una atención completa y cuidadosa. El servicio podológico urgente en casa se tendría que consultar con nuestro especialista.

El podólogo se encarga de traer todo el material esterilizado y desinfectado, incluyendo instrumental, torno, productos de cuidado e higiene. Por tu parte, lo único que necesitamos es que tengas un espacio tranquilo y bien iluminado, y en algunos casos una toalla limpia. ¡Nada más!

Sí, de hecho en estos casos es aún más recomendable.

Las personas con pie diabético, problemas de circulación o movilidad limitada necesitan cuidados muy específicos, y un podólogo profesional puede detectar a tiempo cualquier complicación, evitando riesgos mayores. Además la atención en casa permite revisar el estado del pie en un entorno cómodo y sin esfuerzo.

En general, se recomienda una revisión cada 4 a 6 semanas, aunque puede variar según el estado de los pies y la presencia de patologías.

En casos de diabetes, uñas problemáticas, uñas engrosadas o alteraciones cutáneas, el seguimiento puede ser más frecuente. El podólogo te orientará tras la primera visita para definir la frecuencia ideal.

Las sesiones de podología a domicilio tienen un coste de 65€. En el precio ya están incluidos los gastos de desplazamiento del profesional así como todo el material necesario para realizar el tratamiento.

El pago se realiza por adelantado, una vez confirmada la cita. Puedes hacerlo de forma sencilla con tarjeta o mediante transferencia bancaria.
También es posible domiciliar el pago y que se cargue a final de mes, aunque la mayoría de familias elige las opciones anticipadas porque permiten gestionar las sesiones con mayor agilidad.

Los podólogos tienen un horario de lunes a viernes de 9h a 14h y de 15h a 20h.