Comparativa: centros de día o residencias, ¿cuál elegir?

Guía completa para tomar la mejor decisión de cuidados

Llega un momento en la vida en el que nos toca tomar decisiones que nunca pensamos que tendríamos que tomar. ¿Qué es lo mejor para mamá? ¿Qué necesita papá para estar cuidado, pero también feliz? No es fácil. Uno quiere lo mejor, pero también sabe que no todo se reduce a medicinas o comidas a la hora. Hablamos de compañía, de cariño, de seguir sintiendo que la vida tiene sentido.

En esta guía vamos a hablar claro. Vamos a comparar centros de día y residencias, explicando qué ofrecen. Cómo los centros de día pueden ser el complemento perfecto a los cuidados a domicilio. Para muchas familias, es la manera de que su ser querido siga en casa, en su entorno. Mientras que al mismo tiempo recibe atención profesional y actividades que le llenan el día de estímulos y compañía.

Además, hoy en día es más fácil que nunca combinar los Centros Cuideo con los cuidados a domicilio. Empresas como Cuideo seleccionan a los mejores cuidadores a domicilio. Muchos de ellos con experiencia también en centros de día. Lo que facilita que haya una continuidad real en el cuidado, lo que se empieza en el centro, se sigue en casa, y viceversa.

Aquí no vamos a limitarnos a listar servicios o costes. Vamos a analizar, con detalle y de forma cercana, qué diferencias hay entre los centros de día y las residencias. Y por qué una puede encajar mejor que otra en la vida de tu familia.

Qué es un centro de día y qué es una residencia: definición clara

Antes de decidir, hay que tener claro de qué estamos hablando. A veces usamos las palabras «centro de día» o «residencia» como si fueran lo mismo, pero no lo son.

Los Centros Cuideo son mucho más que un centro de día. Es un segundo hogar donde tu familiar está cuidado, entretenido y acompañado con un modelo único en España. Dónde uno va por la mañana y vuelve a casa por la tarde. Con la tranquilidad de haber pasado unas horas bien cuidado, entretenido y acompañado. Allí hay profesionales que ayudan con lo que haga falta, pero también actividades, charlas, juegos, ejercicio adaptado… Está pensado para personas que quieren vivir en su casa pero necesitan un apoyo extra durante el día.

Una residencia, en cambio, es un lugar donde se vive a tiempo completo. La persona mayor se muda allí, duerme allí, come allí, y recibe atención las 24 horas. Es más habitual cuando al mayor ya no le es posible quedarse solo en casa en ningún momento.

Para verlo más claro:

Con esta base clara, ya podemos entrar en las diferencias que realmente afectan al día a día y a la calidad de vida de los mayores.

Perfil de usuario:

Quién se beneficia más de un centro de día y quién de una residencia

Cada persona mayor es un mundo, y lo que funciona para una familia no siempre es lo mejor para otra. Por eso es importante saber en qué casos un centro de día es más adecuado y aporta más valor, y cuándo una residencia resulta necesaria.

Un centro de día es perfecto para personas con cierta autonomía, que pueden caminar, comer solas o realizar tareas sencillas. Pero que necesitan supervisión, compañía y actividades que las mantengan activas y motivadas. También es ideal para quienes disfrutan de la vida social, compartir momentos, hacer amigos, mantener el contacto con los vecinos del barrio de toda la vida. Y, al mismo tiempo, volver a casa cada tarde para seguir cerca de su familia. Para las familias, supone la tranquilidad de saber que su ser querido está en casa. Durante unas horas al día atendido por profesionales en el centro y después por su cuidadora de confianza en el domicilio.

En cambio, una residencia es más adecuada cuando los cuidados 24 horas son imprescindibles y deben ser permanentes. Esto ocurre en casos de dependencia total, enfermedades avanzadas o cuando la persona no puede quedarse sola en ningún momento. En ese entorno, la atención es continua y el personal está disponible en todo momento.

La gran diferencia de los Centros Cuideo es que son los únicos que pueden combinar con cuidados a domicilio de forma natural. Creando un plan de atención continua e individualizado. Así, por ejemplo, un cuidador —como los que ofrece Cuideo— puede ayudar por la mañana en casa, acompañar al centro y continuar la atención por la tarde. De esta manera aseguramos que el cuidado es completo y adaptado a cada momento del día. Esto da la posibilidad de disfrutar de lo mejor de ambos, actividades y estimulación en Centros Cuideo, y la calidez de tu hogar.

Servicios y actividades que se realizan en los Centros Cuideo

Cuando pensamos en un centro de día, no hablamos solo de un lugar donde “cuidan” a los mayores. Hablamos de un espacio donde cada jornada está pensada para mantener cuerpo y mente activos.

Uno de los pilares son las actividades de estimulación cognitiva: ejercicios de memoria, juegos de atención, lectura en grupo… Todo orientado a que la mente siga trabajando y a ralentizar el deterioro cognitivo. A esto se suman las actividades sociales, que van desde charlas y manualidades hasta música, baile o celebraciones de cumpleaños. Para muchos, es la parte favorita del día: volver a casa con una sonrisa y algo nuevo que contar.

La terapia ocupacional también es clave. Aquí se trabaja la movilidad, la coordinación y las habilidades necesarias para que la persona mantenga su independencia el mayor tiempo posible.

En cuanto a salud, los centros de día ofrecen atención sanitaria básica y seguimiento: control de medicación, toma de tensión, apoyo en la alimentación o derivaciones si hace falta. Algunos incluso cuentan con fisioterapia o enfermería en el propio centro.

Y lo mejor, todo esto se puede complementar con cuidados a domicilio. Si, por ejemplo, un cuidador de Cuideo mantiene en casa la rutina de ejercicios o el plan de alimentación, se consigue una continuidad que multiplica los beneficios. Es como tener lo mejor de los dos mundos: la energía del centro y la comodidad del hogar.

Instalaciones de los Centros Cuideo: cómo son los espacios

En todos los Centros Cuideo cada detalle del espacio está pensado para que las personas mayores se sientan bien, tranquilas y seguras. Los Centros Cuideo son espacios 5 estrellas, amplios, llenos de luz natural, donde se respira un ambiente acogedor y lleno de vida.

Los pasillos son anchos y completamente accesibles, para que la movilidad sea fácil y segura, incluso con andador o silla de ruedas. Los baños están totalmente adaptados y libres de barreras. Todos los detalles pensados para garantizar la autonomía y la seguridad en el día a día.

La distribución del espacio es transparente y abierta, lo que facilita la supervisión sin restar intimidad. Factor que ayuda a que todo el centro se sienta como un lugar cercano y familiar. Además, cuentan con zonas verdes para disfrutar de momentos de socialización en un entorno natural. Centros de día pensados para estimular, cuidar y acompañar, en un entorno que transmite serenidad y confianza. Tanto a las personas mayores como a sus familias.

Servicios en residencias: qué incluyen y qué no

Las residencias ofrecen un modelo pensado para que la persona mayor tenga todo lo que necesita sin salir del recinto. La gran diferencia respecto a los centros de día es que las residencias tienen cubiertos cuidados 24 horas al día: personal disponible en cualquier momento. Para ayudar con la higiene, la alimentación, la movilidad o la medicación. Mientras que los Centros Cuideo, tienen cubiertos cuidados 12 horas al día, con las mismas características pero un horario reducido a la mitad.

Muchas residencias cuentan con instalaciones adaptadas para facilitar la vida diaria. Pasillos amplios, baños sin barreras, habitaciones con timbres de aviso y zonas comunes pensadas para socializar. También suelen disponer de recursos médicos, como servicio de enfermería, control de constantes, fisioterapia y revisiones periódicas. Si se busca un apoyo más personalizado dentro del propio centro, también existe la opción de contar con cuidadoras en residencias y centros sociosanitarios, con acompañamiento adaptado a cada persona.

Sin embargo, este modelo también tiene sus limitaciones. Al ser un entorno colectivo, los horarios suelen estar marcados para todos: la hora de levantarse, de comer, de actividades… Eso implica menos margen para seguir rutinas personales. La personalización del cuidado se reduce, ya que el personal atiende a muchos residentes. Y no siempre es posible adaptar cada detalle a las preferencias de uno solo.

Además, cambiar de hogar implica romper con el entorno familiar. Aunque algunas personas se adaptan bien, otras pueden sentir que pierden parte de su independencia o de sus costumbres de toda la vida.

Por eso, antes de decidir, conviene pensar no solo en lo que se ofrece. Sino en cómo encaja ese estilo de vida con la personalidad y necesidades reales de la persona que queremos cuidar.

Impacto en la calidad de vida

Más allá de la atención médica o la ayuda diaria, lo que realmente marca la diferencia es cómo se siente la persona cada día. Y aquí, los centros de día tienen un punto muy fuerte: permiten que el mayor mantenga sus vínculos, sus rutinas y su hogar como referencia.

Ir a uno de los Centros Cuideo significa levantarse en la misma cama de siempre, desayunar en su cocina, ver las fotos de la familia en la pared… y después pasar unas horas en su segundo hogar. Un centro de día 5 estrellas donde se le atiende, se le estimula y se le acompaña. Al volver, todo sigue en su sitio: su sillón, su programa de televisión favorito, su calle de siempre. Ese equilibrio entre cuidado profesional y vida en casa es clave para que la persona conserve su identidad y se sienta segura.

En una residencia, por muy buena que sea, el día a día cambia por completo. Los horarios están marcados, el entorno es nuevo y la convivencia es con personas desconocidas. Hay quien se adapta rápido, pero otros pueden sentirse más aislados o desconectados de lo que ha sido su vida durante décadas.

La combinación de centro de día con cuidados a domicilio ofrece lo mejor de ambos mundos. Atención y actividades fuera de casa para mantener la mente y el cuerpo activos. Y la tranquilidad de volver al hogar para seguir rodeado de recuerdos y afectos.

Costes y precios: qué tener en cuenta

Cuando hablamos de cuidar a un familiar mayor, el corazón manda… pero el bolsillo también cuenta. Por eso es importante entender de qué depende el coste antes de tomar una decisión.

En un centro de día, el precio suele variar según varios factores:

  • La ubicación (no cuesta lo mismo en el centro de una gran ciudad, como podría ser Centros Cuideo Sarrià, en Barcelona, que en un pueblo pequeño, como podría ser Torrelles de Foix)
  • Los servicios incluidos (si hay fisioterapia, transporte adaptado, comidas, talleres especiales…)
  • El horario, si se contrata el servicio todos los días o solo algunos.

También influye si el centro ofrece recogida y vuelta a casa. Servicio que ofrece nuestros Centros Cuideo, algo muy útil cuando la familia no puede encargarse del traslado.

En una residencia, el coste viene marcado por la atención continua las 24 horas, el tipo de habitación (individual, compartida, con baño propio…), la ubicación y los servicios médicos disponibles. Las residencias con personal especializado en enfermedades como Alzheimer o Parkinson pueden tener tarifas más altas, ya que requieren más recursos.

Una forma de optimizar el presupuesto sin renunciar a una atención completa es combinar centro de día con cuidados a domicilio. Así, durante unas horas la persona recibe atención y actividades fuera de casa. El resto del tiempo cuenta con apoyo profesional en su propio hogar. Esta combinación no solo puede ser más asequible, sino que mantiene la calidad de vida y el vínculo con el entorno familiar.

Compatibilidad con cuidadores a domicilio: la gran ventaja de los Centros Cuideo

Una de las cosas que más valoran las familias de nuestros Centros Cuideo es que no tienen que ser la única pieza del cuidado. Se pueden combinar perfectamente con la atención en casa, creando un plan hecho a medida para cada persona.

Por ejemplo, imagina que tu madre va por la mañana al centro de día. Allí hace ejercicios, charla con sus compañeros, participa en un taller de memoria y come bien. Por la tarde, vuelve a su casa, donde tiene todas sus cosas. Un cuidador la acompaña, le ayuda con la merienda, la medicación y dan un paseo corto antes de la cena. De este modo, las horas de soledad se reducen y las rutinas se mantienen estables.

Los cuidadores de Cuideo están acostumbrados a este trabajo conjunto. Pueden continuar en casa las terapias iniciadas en el centro, reforzar ejercicios, seguir las pautas médicas. Asegurándose de que la persona esté cómoda y tranquila. La comunicación entre el centro y el cuidador es clave para que todo fluya y no haya lagunas en la atención.

Para la familia, esto significa menos preocupación y más tranquilidad. Saben que su ser querido está atendido durante todo el día, sin tener que renunciar a que viva en su propio hogar. Para la persona cuidada, supone recibir lo mejor de dos mundos: la estimulación social y las actividades del centro, y el calor y la personalización de su casa.

Flexibilidad y personalización del cuidado

Si hay algo que las familias agradecen de los Centros Cuideo es su capacidad para adaptarse a cada caso. No todos los mayores tienen el mismo ritmo ni las mismas necesidades. Aquí es posible ajustar horarios y servicios para que encajen con la vida y el día a día de la persona.

En todos los Centros Cuideo, puedes elegir si tu familiar va todos los días o solo algunos. Si la estancia es de mañana, de tarde o completa. Esto permite que el cuidado se organice según la rutina familiar, sin romper hábitos importantes para la persona mayor.

Además, también ofrecemos servicios extra que marcan la diferencia:

  • Transporte adaptado de ida y vuelta
  • Sesiones de fisioterapia
  • Terapia ocupacional individual
  • Talleres de cocina, música o informática
  • Seguimiento médico periódico

El enfoque de nuestros Centros Cuideo es que no sea el típico centro habitual o un lugar  “donde dejar al mayor”. Sino un espacio especializado y orientado a una atención de 5 estrellas, donde tu madre o padre se sienta bien y se priorice su bienestar.

En una residencia, en cambio, los horarios son más rígidos. Las comidas, las actividades y el descanso se programan para todos los residentes a la vez, lo que deja menos margen para personalizar. Y aunque se pueden hacer adaptaciones, el modelo está pensado para la vida comunitaria, no para la flexibilidad individual.

Esta diferencia puede ser decisiva para familias que quieren que su ser querido mantenga sus costumbres. Y sentirse que sigue teniendo el control de su día a día.

Aspectos emocionales y familiares en la decisión

Decidir dónde y cómo cuidar a un padre, una madre o un familiar cercano no es solo una cuestión práctica, es un proceso cargado de emociones. Alejar a alguien de su casa, de sus recuerdos y de su barrio puede ser muy duro, tanto para la persona mayor como para la familia.

En este sentido, los Centros Cuideo ofrecen algo que para muchos no tiene precio: volver a casa cada día. Levantarse en la misma habitación, tomar el café en su taza de siempre, ver a los vecinos de toda la vida… Son pequeñas cosas que dan seguridad y mantienen el vínculo con su historia. Esa continuidad hace que la transición sea más suave y que la persona sienta que sigue al mando de su vida.

Además, al no mudarse a otro lugar, los roles familiares se mantienen. Los hijos siguen siendo hijos, los nietos siguen visitando “la casa de los abuelos” y las reuniones familiares ocurren en el entorno de siempre. Esto ayuda a preservar la dinámica afectiva y evita que la relación se convierta en una visita a un centro.

Cuando la familia puede compaginar el cuidado profesional con la vida en casa, se gana en calidad de vida y en tranquilidad emocional. Y al final, eso es lo que todos buscamos: que nuestros mayores estén bien cuidados… pero también que se sigan sintiendo en casa.

Cómo elegir el mejor centro de día

Cuando llega el momento de elegir un centro de día, no basta con que esté cerca de casa o que tenga buen aspecto. Hay ciertos criterios que conviene revisar con calma para asegurarnos de que será el lugar adecuado para nuestro familiar.

En primer lugar, fíjate en que el centro esté acreditado y cumpla con la normativa vigente. Esto garantiza que cuenta con personal cualificado, medidas de seguridad y protocolos de atención adaptados. Otro punto clave es el ratio cuidador/paciente: cuanto más bajo sea, más atención personalizada recibirá tu ser querido.

Las instalaciones también dicen mucho. No se trata solo de que sean modernas, sino de que estén adaptadas, limpias, con buena iluminación. Espacios pensados para el confort y la movilidad.

Antes de decidir, haz una visita previa. Recorre el centro, observa cómo interactúa el personal con los usuarios y, si es posible, habla directamente con ellos. Las entrevistas con el equipo son muy reveladoras para conocer la filosofía del cuidado y cómo adaptan los programas a cada persona.

Por último, no subestimes el valor de las opiniones de otras familias. Pregunta, lee reseñas, escucha experiencias reales. A veces un comentario sobre la calidez del trato o la cercanía del personal vale más que cualquier folleto.

Elegir bien no es solo encontrar un lugar bonito, es asegurarte de que será un espacio donde tu familiar se sienta cuidado, respetado y feliz.

Cómo encontrar centros de día en Barcelona

Si buscas un centro de día en Barcelona, la buena noticia es que la ciudad cuenta con una amplia red de centros. Tanto públicos como privados. Además, la Generalitat dispone de un buscador oficial donde consultar los centros acreditados. Esto te ayudará a asegurarte de que cumplen con todos los requisitos de calidad y seguridad. 

Nuestra recomendación es empezar por el entorno más cercano, priorizando los barrios de tu familia. Para que el desplazamiento sea sencillo y no se rompan las rutinas. 

Centros Cuideo Sarrià 

En el barrio de Sarrià, encontrarás nuestro centro de día. Un centro 5 estrellas con instalaciones amplias, luminosas y adaptadas. Donde las personas mayores disfrutan de actividades, compañía y cuidados profesionales sin dejar su casa, mejorando su calidad de vida día a día.

Cómo elegir una residencia si es necesario

Los centros de día ofrecen múltiples ventajas pero, hay situaciones en las que la residencia es necesaria. Si llega ese momento, es importante saber en qué fijarse para elegir bien.

Primero, revisa que la residencia esté acreditada y cumpla todos los requisitos legales. Esto asegura que el personal está cualificado y que las instalaciones son seguras y adaptadas. Fíjate también en el ratio de personal por residente, ya que es un indicador directo de la atención que recibirá tu familiar.

Las instalaciones y servicios médicos deben estar adaptados al nivel de dependencia que tenga la persona. Como por ejemplo: baños sin barreras, sistemas de aviso, atención de enfermería, fisioterapia y seguimiento médico regular.

Hay señales que te dirán mucho sobre la calidad del cuidado. Tener personal que llama a los residentes por su nombre, que escucha, que sonríe y que tiene tiempo para conversar. Observar el ambiente y la interacción en el día a día es tan importante como leer el folleto informativo.

Antes de decidirte, revisa bien qué servicios ofrece tu centro de día más cercano. En los Centros Cuideo tienes la garantía de encontrar todos ellos, con un cuidado completo y de calidad. A veces, una combinación de centro de día y cuidados a domicilio cubre las necesidades actuales y futuras sin romper el vínculo con el hogar. Valorar ambas, ya sea residencia o un centro de día, te ayudará a tomar una decisión más segura y adaptada a tu situación familiar.

Factores médicos y de dependencia

Uno de los aspectos que más pesan en la decisión entre centro de día y residencia es el estado de salud y el nivel de autonomía de la persona. No es lo mismo un mayor que necesita apoyo puntual que alguien que requiere ayuda constante para moverse, comer o asearse.

En un centro de día, lo ideal es que la persona tenga cierta capacidad de autonomía, aunque necesite supervisión o ayuda parcial. Pero en los Centros Cuideo se pueden atender casos de movilidad reducida, deterioro cognitivo leve o moderado, y ofrecer apoyo para tareas básicas. Además, el entorno está adaptado para evitar riesgos y facilitar la participación en actividades.

En el caso de enfermedades crónicas —como diabetes, hipertensión o artritis—, los Centros Cuideo cuentan con personal especializado que realiza controles periódicos y gestiona medicación. También encontrarás programas y actividades diseñadas para personas con Alzheimer o Parkinson en fases iniciales o moderadas. Adaptando las terapias a cada situación y necesidad concreta.

La clave está en que los centros de día pueden complementarse con cuidados a domicilio para cubrir necesidades más complejas. Por ejemplo, si el mayor necesita un seguimiento médico más frecuente o apoyo nocturno, un cuidador profesional puede atenderlo en casa. Y siguiendo las pautas establecidas por el equipo del centro.

Esta combinación permite mantener la vida en el hogar sin renunciar a la atención especializada. Y a su vez adaptarse de forma flexible si la situación médica evoluciona con el tiempo. Si buscas un lugar que combine todos estos factores y ofrezca un modelo de cuidado flexible, humano y adaptado, los Centros Cuideo son una de las mejores opciones.

Centros Cuideo, un modelo que apuesta por la atención personalizada

Centros Cuideo son espacios de atención diurna de nueva generación, diseñados para promover el bienestar integral de las personas mayores y la tranquilidad de sus familias. Mucho más que un centro de día, son un segundo hogar donde cada detalle está pensado para ofrecer cuidados personalizados, estimulación diaria y una experiencia digna, activa y acogedora.

Con instalaciones amplias y modernas, con más de 700 m², luz natural en todos los espacios, zonas verdes y una distribución abierta y accesible. Centros Cuideo se alejan por completo del modelo institucional tradicional. Abiertos los 365 días del año, con un horario de 12 horas diarias, incluidos fines de semana y festivos, y con servicio de transporte puerta a puerta, nuestros centros están pensados para facilitar la asistencia y maximizar el bienestar de los usuarios.

Cada centro ofrece flexibilidad total, con estancias por horas o jornadas completas, y un modelo de atención centrado en la persona, con actividades terapéuticas adaptadas al nivel de autonomía. Todo ello supervisado por un equipo multidisciplinar que realiza un seguimiento continuo, con informes periódicos y contacto directo con las familias.

Nuestros Centros Cuideo son espacios libres de sujeciones físicas, sin ruidos ni olores. Un entorno que prioriza el trato cálido, humano y respetuoso, y donde el respeto, la dignidad y la calidez humana están en el centro de todo.

Conclusión: por qué los Centros Cuideo junto con cuidados a domicilio pueden ser la mejor elección

Cuando se trata de cuidar a un padre, una madre o a cualquier ser querido, no buscamos solo un lugar donde esté seguro. Sino un entorno en el que pueda seguir sintiéndose parte de su vida, mantener sus costumbres y conservar su dignidad.

El centro de día, combinado con cuidados a domicilio, reúne lo mejor de dos mundos:

  • La atención profesional, las actividades y la socialización que ofrece el centro.
  • El calor del hogar, las rutinas y la cercanía de la familia que solo se mantienen viviendo en casa.

Es una solución humana, flexible y personalizada, que se adapta al nivel de autonomía y a las necesidades reales de cada persona, pudiendo reforzarse si la situación cambia. Además, esta combinación suele implicar menos impacto emocional que una mudanza permanente a una residencia, especialmente para quienes valoran su independencia y su entorno familiar.

El siguiente paso es informarse, visitar centros de día, preguntar sin miedo y hablar con profesionales que puedan orientar sobre el mejor plan de cuidados para tu familiar. Empresas como Cuideo pueden ayudarte a encontrar cuidadores a domicilio cualificados que trabajen en coordinación con los Centros Cuideo, garantizando un cuidado continuo y de mayor calidad.

Porque al final, se trata de algo muy simple: que nuestros mayores estén bien cuidados… y que sigan sintiéndose en casa.

Descubre tú mismo la experiencia de uno de los Centros Cuideo, entra en nuestra web y agenda tu visita. Sentirás la diferencia desde el primer día. 

Preguntas frecuentes

¿Es posible combinar Centros Cuideo con cuidados a domicilio?

Sí. De hecho, muchas familias optan por combinar un centro de día con cuidados a domicilio. Así, el mayor recibe atención profesional y actividades durante unas horas fuera de casa, y el resto del día cuenta con apoyo personalizado en su hogar. Esta fórmula permite cubrir más horas de cuidado sin perder el vínculo con el entorno familiar.

¿Qué pasa si empeora el estado de salud?

Si la situación cambia y la persona necesita más apoyo, se pueden ampliar las horas de atención a domicilio o aumentar la frecuencia en el centro de día. Y si llega un momento en el que los cuidados 24 horas son imprescindibles, siempre se puede valorar la residencia. Lo importante es que la transición se haga de forma planificada y cuidada.

¿Se puede acceder a ayudas públicas para los centros de día como Centros Cuideo?

En muchos casos, sí. Dependiendo de la comunidad autónoma y de la situación de dependencia reconocida. existen ayudas económicas o plazas concertadas. Estas pueden cubrir parte del coste del centro de día, en especial Centros Cuideo. Es recomendable informarse en los servicios sociales municipales o en la oficina de atención al ciudadano para conocer los requisitos y el procedimiento. 

Cuideo puede ayudarte y acompañarte en todo el proceso sobre las ayudas económicas. Desde resolver tus dudas iniciales hasta preparar la documentación. Y también gestionar la solicitud de valoración de dependencia y hacer el seguimiento del expediente hasta que recibas la resolución.

¿Sabes que Cuideo es la solución de más de 40.000 familias para contar con los cuidadores a domicilio mejor preparados?

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