Hoy en día es de lo más normal dejar que nos ayuden a escoger la ropa, a limpiar el piso, a hacer nuestros primeros pasos, a aprender a ir en bicicleta, a estudiar, a cocinar, etc. Entonces, ¿Porqué a las personas nos cuesta tanto dejarnos cuidar al alcanzar la vejez?
Envejecimiento: ¿Qué debemos tener en cuenta?
Cuando envejecemos, nuestro cuerpo experimenta muchos cambios a los que debemos adaptarnos. Aparecen limitaciones físicas, pero también pueden ser psicológicas y/o emocionales.
A la mayoría de personas mayores les cuesta admitir que estás limitaciones no les permiten hacer las mismas cosas que antes. Esto provoca que puedan tener un carácter más irritable y agresivo, que se sientan inútiles e incluso pueden acabar aislándose de sus seres queridos.
La mejor solución para facilitar el día a día es ofrecerles ayuda de terceros para apoyarlo en todo lo que necesiten. Aun así, algunos no quieren aceptarlo.
¿Todas las personas mayores requieren de la misma ayuda?
No, cada persona es un mundo completamente diferente.
Para determinar qué tipo de ayuda necesita nuestro familiar, debemos distinguir entre tres tipos de personas mayores que requieren de apoyo:
- Personas que requieren de apoyo cotidiano y compañía, pero no tienen ninguna enfermedad.
- Personas que padecen una patología que marca su día a día.
- Personas que sufren una enfermedad que manca todas sus capacidades cognitivas
Conocer el estado de salud de los y las mayores es clave para decidir si necesitan una residencia o cuidados en su propio hogar. El Alzheimer, el Parkinson, la Fibromialgia, los trastornos del sueño, entre muchas otras patologías y trastornos, requieren de un profesional sanitario para ayudarles a mejorar su estado físico, cognitivo y emocional.
Personas mayores: ¿Por qué no se dejan cuidar?
Para muchos mayores es complicado aceptar y afrontar los cambios que conlleva el envejecimiento. Además, cuando aparece una tercera persona en el hogar, quien requiere de cuidados no suele querer su ayuda ni aceptarla en casa. Entonces, ¿cómo podemos convencerle para que se deje cuidar?
Se trata de una situación muy delicada, pero la clave está en el afecto, la comunicación, la empatía y la comprensión.
Cómo debe ser la comunicación con las personas mayores
A la hora de contratar el mejor servicio para cuidar de un ser querido, debemos tener en cuenta su opinión.
El diálogo con el familiar a cuidar puede ser complicado. Debemos adoptar una conversación y escucha activa para comprender qué necesita y evitar que se sienta abandonado, impotente, enfadado o triste. También debemos ser conscientes de que la persona mayor puede llegar a intentar manipular a la familia o hacerles sentir culpables en cierto modo.
En función del estado de salud de la persona a cuidar debemos comunicarnos de una forma u otra. Sin embargo, en todos los casos es crucial que solo le hable una persona a la vez. Repasemos los diferentes estados y cómo hablarle sobre los cuidados a domicilio.
Caso 1 – La persona mayor está en plenas facultades mentales
Cuando nuestro familiar está en plenas facultades mentales, podemos dialogar con él y darle la libertad de decidir sobre dónde quiere envejecer. Debemos dejarle exponer su opinión y hacerlo participar de manera activa en la decisión.
Una vez haya expuesto sus argumentos, lo más habitual es que quiera seguir viviendo en su propio hogar. Entonces, debemos exponerle el apoyo del cuidador como una compañía y un punto de ayuda merecido.
Caso 2 – La persona mayor tiene alguna patología
Si nuestro familiar requiere de cuidados porque padece alguna enfermedad que afecta a su funcionamiento cognitivo, debemos exponerle varias razones de peso y puntos fuertes de contar con el apoyo de una tercera persona:
- Seguridad: un cuidador o cuidadora de personas mayores velará por la seguridad del mayor en todo momento y estará a su lado en caso de urgencia.
- Autonomía e independencia: debemos hacerle entender que los cuidadores le ayudarán a hacer las actividades diarias, pero siempre conservando su espacio y autonomía.
- Compañía: la compañía es esencial en la vejez, ya que la soledad puede tener graves consecuencias para la salud de las personas mayores. Divertirse un rato y poder hablar con alguien es clave para su humor y autoestima.
- Mejora de calidad de vida: el cuidador o cuidadora le preparará actividades para mantenerle activo física y mentalmente, ayudándole a recuperar al máximo sus capacidades motoras y no motoras.
- Tareas del hogar: debemos hacerle comprender que después de tanto tiempo trabajando, también está bien que nos ayuden en las tareas del hogar.
- Acompañamiento: el cuidador o cuidadora le será de apoyo en las citas médicas y le acompañará a los recados y paseos para hacerle compañía y velar por su seguridad.
Una vez comprenda las ventajas de contar con un cuidador a domicilio, debemos dejar claro que podrá elegir entre varios cuidadores y cuidadoras. Además, cuenta con un periodo de prueba para que pueda desistir si se siente incómodo o invadido.
Caso 3 – La persona mayor ha perdido su capacidad comunicativa
En este caso es un poco más complicado porque el familiar ha perdido la capacidad comunicativa y comprensiva y no podremos dialogar con él. Así pues, deberemos introducir los servicios de cuidados a domicilio con suavidad y afecto.
Desde Cuideo velaremos por el buen funcionamiento del servicio y de la relación entre el cuidador y la persona mayor. Siempre estaremos atentos para garantizar la seguridad, salud y bienestar de tu ser querido.
Qué debo evitar cuando quiero que mi familiar acepte cuidados
Hay ciertas actuaciones que pueden entorpecer la comunicación con nuestro ser querido:
- Imponer o amenazar: debemos hablar del servicio de cuidados como algo positivo y razonarlo siempre. Al imponer una decisión favorecemos el rechazo e infantilizamos al mayor.
- No informar: si introducimos en el hogar a un cuidador o cuidadora sin consultarlo con el paciente reforzaremos el rechazo.
- Alterarse: es necesario que nadie pierda los nervios, se muestre ansioso o se enfrente a la persona que requiere de cuidados. Si este pierde los papeles, tu continúa conservando la calma.
Cuidadores y personas mayores: consejos para una buena convivencia
Una vez hayamos escogido al candidato o candidata ideal para el cuidado de nuestro familiar y se haya introducido en el hogar, es frecuente que si el mayor es reacio a su atención aparezcan problemas, pero se pueden solucionar fácilmente si la familia y el cuidador o cuidadora trabajan juntos:
- Es aconsejable introducir al cuidador o cuidadora de una forma gradual. Se puede empezar con pocas horas al día e ir aumentando.
- El cuidador o cuidadora no debe suplir todas las actividades, solo aquellas que no pueda hacer la persona mayor, incluso pueden trabajar juntos en una misma tarea para reducir el exceso de faena y conservar la autonomía del mayor.
- Es crucial que el cuidador o cuidadora respete los tiempos que necesita la persona mayor para realizar una actividad determinada, así evitaremos el estrés.
- El cuidador o cuidadora debe respetar lo máximo posible la intimidad de la persona a cuidar.
- El cuidador y la familia deben hablar abiertamente sobre los cuidados a desempeñar para cubrir las necesidades de la persona mayor.
- Cuando una persona mayor se muestra agitada, debemos respetar su espacio personal y evitar transmitir un lenguaje corporal amenazante. Debemos movernos con lentitud y demostrarle que somos un modelo de comportamiento.
Cuideo: el mejor apoyo para las familias
Cuideo es la startup pionera en el sector de los cuidados a domicilio y la única validada por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
Nuestro origen recae en una experiencia en primera persona, por este motivo comprendemos mejor que nadie las dificultades que supone encontrar al cuidador ideal para tus familiares y que además ellos acepten su presencia. Nuestra misión es asegurar el mejor de apoyo y cuidados a personas mayores en el domicilio.
Por eso, si tu familiar no se deja cuidar, desde Cuideo podemos mediar en la situación familiar para ayudaros a mejorar su calidad de vida.
Cuideo garantiza a las familias que:
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- La ley les garantiza la máxima seguridad.
- Ofrecemos el mejor apoyo familiar y laboral.
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- Nunca te quedarás sin cuidador. Nosotros cubriremos todas las sustituciones.
Además, ponemos a disposición de las familias los mejores psicólogos, cuidadores, coordinadores, asesores laborales… Todo lo necesario para garantizar la seguridad, la comodidad, la felicidad, la salud y el bienestar de las personas mayores.
En Cuideo respondemos todas las preguntas de las familias para ayudarles a escoger la mejor opción para sus familiares. Para las personas mayores el mejor regalo es poder envejecer en su propio hogar.
Conoce más sobre el origen y valores de Cuideo.
Cuidados en toda España
En Cuideo ofrecemos servicios de cuidados a domicilio para mayores en toda España. Algunas de las ciudades son:
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