Todo ser humano necesita de la interacción social. A través de ella nos mantenemos activos y mucho más positivos. En la tercera edad este contacto es igual o mucho más importante. A medida que las personas envejecen es normal que su círculo de amigos de reduzca, sobre todo por sus limitaciones a la hora de salir a la calle.
Sin embargo, es fundamental seguir fomentando la socialización en ellos. En esta etapa de la vida, las personas mayores comienzan a sufrir cambios importantes en su vida, tanto a nivel físico como emocional. Es importante tratar de que lleven una vida equilibrada, con actividades que les ayuden a afrontar de la mejor manera estos cambios. El aislamiento social es altamente perjudicial para las personas mayores, por ello las relaciones interpersonales son imprescindibles en ellos.
Beneficios de la socialización en personas de tercera edad
Cuando las personas envejecen es esencial ayudarlos a que se mantengan optimistas. Los cambios en su vida pueden hacerlos sentir inútiles, solos y olvidados. Ya no pueden llevar a cabo sus actividades como antes y muchas veces dependen de otras personas para tomar cualquier decisión. Al no tener autonomía, es muy común que se depriman. Por esta razón la socialización en las personas de tercera edad es fundamental.
La interacción social tiene efectos muy favorables en las personas mayores. Tener contacto constante con otras personas puede ayudar a disminuir los dolores articulares, a controlar enfermedades crónicas, la hipertensión arterial, la diabetes, y a prevenir patologías psico-sociales como la depresión, la ansiedad o a evitar el empeoramientos en los mismos.
Algunos estudios señalan que las personas mayores que tienen poco contacto social son más propensas a morir a corto plazo y a padecer de depresión. Y que por el contrario aquellas que mantienen un círculo social activo, ya sea con familiares o amigos, tienden a tener una mejor salud tanto a nivel físico como emocional.
La mejor forma de ayudar a las personas mayores a que establezcan relaciones es a través de las actividades sociales. Estas personas pueden participar en excursiones, actividades culturales y recreativas como talleres, sesiones de baile, paseos a museos o exposiciones, salidas al cine o al teatro, entre otras cosas. Lo importante es evitar el aislamiento social y fomentar actividades en las que puedan encontrarse con amigos para conversar y divertirse.
Los cuidadores, los mejores compañeros de las personas mayores
Es importante tener en cuenta que no todas las personas mayores tienen las mismas posibilidades de disfrutar de este tipo de actividades de socialización. Ya sea por sus limitaciones o condiciones particulares, muchas veces no pueden salir de casa con regularidad. Sin embargo, eso no impide que puedan tener contacto con otras personas.
Siempre es importante que los familiares se mantengan cerca de ellos, pero cuando se trata de estos casos, la cercanía familiar es prioritaria. También es importante tener en cuenta que los cuidadores pueden convertirse en los mejores compañeros de las personas mayores. Debido a que estas personas se encargan de atenderles en sus necesidades básicas, deben pasar una gran parte del día con ellos.
Esta compañía es muy positiva para ellos, ya que les permite tener una interacción social sana con alguien que los entiende y los cuida. Para las personas mayores es importante tener a alguien a quien confiar sus sentimientos y pensamientos, alguien con quien conversar y contarle sobre sus anécdotas e inclusive sus preocupaciones. Muchas veces los cuidadores se convierten en esa persona ideal que los acompaña y los hace sentir menos solos.
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