Cuando un familiar con movilidad reducida y que necesita una silla de ruedas, un andador o un bastón debido a algún problema de salud, es muy importante conocer la mejor manera de ayudarlo con su movilidad y seguridad. Cuidar a una persona en silla de ruedas no es fácil. Esta condición implica que no pueden valerse por sí mismas físicamente, por lo que quien se ocupe de sus cuidados debe tener una formación específica y mucha fuerza.
Qué necesita una persona en silla de ruedas
Desde Cuideo queremos daros algunos consejos para el cuidado de una persona enferma que va en silla de ruedas. De esta manera, podemos mejorar su calidad de vida. Antes de adentrarnos en las recomendaciones para cuidar de una persona en silla de ruedas, queremos destacar que estas son las necesidades básicas. A partir de aquí, cada persona tiene unas en concreto según su enfermedad.
- Antes de nada, asegúrate de saber cómo funciona la silla de ruedas de la persona que vas a cuidar. Es importante saber manejarla correctamente para poder satisfacer todas las necesidades del o la paciente.
- El cuidador o cuidadora debe aprender la mecánica corporal adecuada para asegurarse de que tiene una clara compresión de la posición del paciente. De esta manera, podrá ayudarlo a moverse de la silla a la cama o a la bañera de forma correcta y segura.
- Debes estar preparado para responder la llamada del paciente las 24 horas. Una persona en silla de ruedas puede necesitar tu ayuda en cualquier momento del día o de la noche. Recuerda que todas las tareas cotidianas pueden implicarle una gran dificultad.
- Recuerda que al sentarse sentada en una silla, el sol incide directamente en su cuerpo. Así pues, en verano se le debe poner crema solar frecuentemente en todas las partes del cuerpo visibles, en especial la cara, los brazos y las piernas. Para una persona en silla de ruedas, lo más importante de proteger son sus piernas. Lo mejor es cubrir ésta parte del cuerpo con una manta. El material de ésta podrá variar según la época del año.
- En invierno, el clima también incide directamente en las piernas de la paciente. Por eso, se debe poner una manta en su regazo para protegerse de las bajas temperaturas y del aire frío.
- Ten mucha paciencia, empatía y escucha a la persona con atención para ayudarle en sus necesidades y comprenderla.
- Debes ir vigilando el estado de la silla de ruedas para asegurarte de la comodidad del paciente y de que todo funciona correctamente. Ante cualquier incidencia técnica, es importante llevarla a revisar y arreglarla.
- Adapta el hogar a las necesidades de la persona. Para facilitar el cuidado del paciente, es muy recomendable que el espacio acompañe en esta tarea. Por eso, adaptar el hogar a la situación de baja movilidad de la persona ayuda a mejorar su calidad de vida. Además, puede incidir positivamente en su estado de ánimo y autoestima al ver que su cuidado se facilita , incluso, al poder volver a hacer alguna cosa por sí misma. Una pequeña idea sería adaptar el espejo a su altura para que pueda peinarse sin ayuda en caso de tener movilidad en la parte superior del tronco.
Si quieres más propuestas para hacer la vivienda más cómoda, te animamos a leer nuestro artículo con ideas para adaptar el hogar a personas mayores.
Cómo estar cómodo en silla de ruedas
Cuando una persona utiliza una silla de ruedas de forma prolongada es muy importante tomar una serie de decisiones para asegurar su comodidad:
- Escoge la ropa adecuada. Los botones y los puntos de cierre complicados no son una buena opción. Busca prendas fáciles de poner y quitar, con tejidos suaves y llenos de estilo.
- Elige la silla de ruedas adecuada. La mayoría de personas creen que todas son iguales, pero no es así. Para escoger la mejor es necesario tener en cuenta el cuerpo y las necesidades de la persona enferma, así como el tiempo de uso que se le va a dar.
No todas las personas en silla de ruedas son iguales
Es difícil agrupar a todas las personas en silla de ruedas en un mismo grupo. No todas tienen la misma silla, ni la utilizan constantemente: algunas la cambian, otras son capaces de caminar breves distancias, algunas practican deportes o les gusta bailar…
También cabe destacar que las causas de estar en una silla de ruedas son muy variadas. Esto también afectará al tipo de cuidado que se debe tener hacia estas personas. No todas las personas que se encuentran en silla de ruedas significa que sea a causa de una movilidad reducida. Por ejemplo, las personas que sufren enfermedades respiratorias o cardiovasculares también son pacientes que requieren de la ayuda de una silla de ruedas.
El rango de necesidades para una persona en silla de ruedas puede ser increíblemente amplio. Por esto, debemos escuchar y comprender las necesidades de la persona a la cual cuidamos. También es necesario preguntarle qué desea y que quiere hacer. Cuando se cuida a una persona que no se vale por sí misma, la comunicación es muy importante para no descuidar la parte emocional del bienestar.
Consejos para cuidadores de personas en sillas de ruedas
Cuando proporcionas cuidados a alguna persona, debes tener en cuenta tu propia seguridad. Si te lastimas en el proceso de cuidados, no vas a proporcionar mucha ayuda. Para cuidar de alguien, primero debemos aprender a cuidarnos a nosotros mismos.
Puede ser que detectes que el trabajo de cuidado se te hace demasiado grande y te supere, ya que el paciente tiene algún tipo de demencia o problema de comunicación. En ese caso, deberías plantearte contratar a una persona cuidadora profesional en el sector de la salud para que te ayude en todo aquello a lo que no llegas, sea por tiempo o por conocimiento.
Si no te sientes capaz de cuidarlo tú solo, no dudes en pedir ayuda. En Cuideo nos encanta ayudar a cuidar a grandes personas. Colaboramos con personas expertas en el cuidado de personas dependientes, con experiencia demostrable y referencias válidas.
Ofrecemos los mejores servicios de asistencia a domicilio. Nuestros cuidadores son profesionales en varios ámbitos sanitarios y te ayudarán a cuidar de tus seres queridos con cariño, paciencia y empatía.