A lo largo de la vida de una persona mayor ha habido muchos cambios, algunos internos y otros externos. En cuanto a estos últimos, lo primero que nos suele venir a la mente es el desarrollo de las tecnologías, la evolución de la ciencia o la urbanización. Pero hay otro elemento que ha cambiado mucho estas décadas, y no especialmente hacia bien: el medio ambiente.
El 26 de enero es el Día Mundial de la Educación Ambiental. Todas las personas tenemos un papel en esta crisis para poder pararla y revertirla lo máximo posible. Y las personas mayores no son la excepción. Por eso, queremos revisar qué pueden hacer ellas por el planeta.
Lo que los mayores nos han enseñado
Cuando los mayores actuales eran jóvenes quizás no había tanta concienciación medioambiental como ahora, quizás porque el problema no era tan grande, pero sus actos cotidianos eran mucho más respetuosos con el planeta.
¿Dónde compraba tu abuela o tu madre los huevos? Probablemente de su vecina (y usando una huevera reutilizable), fomentando el comercio local y evitando los grandes costes medioambientales que del transporte, muchas veces innecesario.
Tampoco se había extendido la obsolescencia programada, un chip que marca el final de la vida de un producto electrónico. Antes una nevera podía durar décadas, mientras que ahora da gracias si dura una. Los residuos electrónicos son muy malos para el medio ambiente, al ser complicado reciclarlos y en ocasiones tener componentes bastante contaminantes.
En la revolución medioambiental que la Tierra necesita deberíamos aprender mucho de los mayores y coger cosas de su estilo de vida que nos han quedado obsoletas, pero que son necesarias.
Educación ambiental para personas mayores
¿Qué es la educación ambiental? Se trata de educar y crear conciencia sobre la huella de nuestras acciones, sensibilizar sobre la importancia de preservar la naturaleza y coger hábitos ecológicos. En definitiva, es estar de lado de la Tierra, no dándole la espalda.
Una mala salud del planeta comporta una mala salud en los animales, incluidos los humanos. Las personas mayores suelen tener un sistema inmunológico y una salud en general más débil, por lo que aún son más propensas a enfermar por culpa de la contaminación.
Las condiciones de vida y la tecnología de la primera mitad del siglo XX conllevaba una vida más respetuosa con el medio ambiente. Por ejemplo, alargaban la vida de los productos y no tenían un transporte diario muy contaminante, ya que se movían andando normalmente. Esta mentalidad sigue en su ADN.
Además, suelen seguir comprando en mercados locales. En definitiva, tienen hábitos que favorecen al planeta, pero, como todas las personas, han caído en el “usar y tirar”, el plástico de un solo uso, y el uso de productos químicos contaminantes.
4 actividades de educación ambiental para personas mayores
Las personas mayores tienen mucho que aportar. Toda educación es mejor cuando es recíproca. Es por eso que os proponemos actividades de educación ambiental para personas mayores y así potenciar más hábitos sostenibles. Además, estas actividades incrementan el sentimiento de utilidad en las personas mayores, contribuyendo a una mayor autoestima.
Limpieza de playas y montañas con la familia
Esta actividad está enfocada a personas mayores con buena movilidad. Ir a limpiar espacios naturales, como playas o montañas, con la familia tiene tres beneficios muy claros:
- Incrementa la conciencia sobre los residuos, su impacto en el medio ambiente y que no siempre desaparecen cuando los tiramos a la basura.
- Promueve la actividad física al ir paseando para ver los residuos en el suelo. En caso de no poder agacharse bien, puede ir acompañada de una persona para recogerlos.
- Fortalece las relaciones familiares, al ser una actividad que reúne a toda la familia. Además, la persona mayor se sentirá parte de un proyecto, lo cual aún incrementará más su autoestima y sentimiento de pertenencia.
Manualidades con materiales reciclados
Para aumentar la conciencia sobre el ciclo de vida de los productos, se puede organizar un taller de manualidades con materiales que a priori iban a ir a la basura, como botellas de plástico o de cristal, corchos, ropa o incluso zapatos. Además, se potencia el uso de la creatividad, bueno para el cerebro, y de las manos.
Debates sobre medio ambiente: antes, ahora y futuro
Si es con fotos, mucho mejor. Explicar y ver cómo era antes el planeta, cómo es ahora y cómo será si no hacemos nada tiene un gran impacto en la conciencia. Esta actividad es ideal para hacer con un grupo de personas mayores y jóvenes a la vez, por lo que también fomenta las relaciones intergeneracionales.
Posibles temas a debatir:
- Contaminación del aire
- Contaminación del agua
- Desastres naturales y deshielo
- Impacto ambiental de la comida
- Soluciones
Voluntariado ambiental
Embarcarse en un voluntariado ambiental beneficia al planeta y a la persona mayor. El envejecimiento activo es muy positivo para la salud de las personas mayores, Si lo combinamos con salvar y cuidar el planeta, los beneficios se expanden.
Es una manera empírica de ver las problemáticas y de poner soluciones. Hay voluntariados activos, como limpiar espacios naturales habitualmente o hacer acciones en la calle para transmitir el mensaje. Pero también hay de más tranquilos, como dar charlas de educación ambiental en escuelas o empresas.
El voluntariado tiende a hacerse en grupo, por lo que se fortalecen las redes sociales y de apoyo de las personas mayores mientras hacen un bien al planeta.
En definitiva, las personas mayores son agentes activos del cambio. Como sociedad, solemos tener la idea preconcebida de que a partir de la jubilación una persona tiende a ser cada vez menos productiva para el sistema, pero todo lo contrario. Ser productivo va más allá del dinero. Cuidar y salvar el planeta es una de las acciones más productivas que existen.