Ataxia en personas mayores: qué es, causas y tratamiento

Ataxia en personas mayores

La ataxia es un trastorno neurológico que afecta a personas mayores, ancianos y adultos mayores, alterando su capacidad para coordinar movimientos esenciales. Esta condición puede ser causada por diversas circunstancias, como lesiones cerebrales, enfermedades degenerativas, trastornos genéticos y otros factores. En este artículo, analizaremos el mundo de la ataxia, explorando en detalle qué es, sus tipos, las causas subyacentes, los síntomas que experimentan las personas mayores y las opciones de diagnóstico y tratamiento disponibles.

Qué es la ataxia en personas mayores

La ataxia es un término médico que se emplea para describir un desafío neurológico en las personas mayores.

Este desafío se manifiesta en forma de pérdida de coordinación de los movimientos voluntarios, lo que incluye tareas como caminar, agarrar objetos, hablar y otras actividades motoras comunes.

La ataxia se presenta cuando los músculos no trabajan en conjunto de manera eficiente, resultando en movimientos descoordinados y torpes. Esto puede dificultar tareas que antes eran rutinarias y tener un impacto significativo en la calidad de vida de los ancianos.

Tipos de ataxia en ancianos

Existen varios tipos de ataxia, cada uno con sus propias características y manifestaciones específicas. Algunos de los tipos más comunes en personas mayores incluyen:

  • Ataxia cerebelosa: este tipo de ataxia afecta el cerebelo, una parte crucial del cerebro responsable de la coordinación de movimientos voluntarios. En personas mayores, se manifiesta principalmente como una pérdida progresiva del equilibrio, lo que puede afectar su capacidad para caminar, mantener una postura estable, hablar y controlar los movimientos oculares.
  • Ataxia sensorial: la ataxia sensorial se debe a lesiones en la médula espinal y se traduce en una dificultad para controlar la posición de los miembros y la postura. Esto puede afectar la movilidad en personas mayores.
  • Ataxia vestibular: en este caso, la ataxia se relaciona con problemas en el sistema vestibular del oído interno, que controla el equilibrio. Las personas mayores pueden experimentar mareos y desequilibrios, lo que puede dificultar su capacidad para mantenerse en posición vertical.
  • Ataxia de origen genético: la ataxia de origen genético se manifiesta en personas mayores y es causada por mutaciones en diversos genes. Puede afectar a ambos lados del cuerpo y progresar de manera lenta, a veces manifestándose en la infancia o en la edad adulta.
  • Ataxia adquirida: las ataxias adquiridas en personas mayores suelen aparecer de forma repentina después de una lesión cerebral traumática, como un traumatismo craneal. También pueden resultar de infecciones cerebrales, el abuso de sustancias como el alcohol o la exposición a sustancias químicas tóxicas.
  • Ataxia congénita: las ataxias congénitas son el resultado de malformaciones en el desarrollo del cerebro desde el nacimiento.

Es esencial entender que estos tipos de ataxia pueden manifestarse de manera diferente en cada persona mayor, dependiendo de la causa subyacente y la gravedad de la afección.

Causas de la ataxia en la vejez

La ataxia en personas mayores puede tener diversas causas y puede variar según el tipo específico de ataxia presente. Identificar la causa subyacente de la ataxia es fundamental para desarrollar un enfoque de tratamiento y gestión adecuado. Aquí te presentamos las causas más comunes:

  • Traumatismo craneal: en personas mayores, los traumatismos craneales, como golpes en la cabeza, pueden causar daño cerebral o cerebeloso, lo que a su vez puede desencadenar la ataxia. Los accidentes automovilísticos, las caídas u otros impactos significativos en la cabeza son factores desencadenantes.
  • Lesión cerebral: las lesiones cerebrales pueden ser el resultado de diversas circunstancias, como accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, hemorragias o intervenciones quirúrgicas en el cerebro. Estas lesiones pueden afectar las regiones cerebrales responsables de la coordinación de movimientos.
  • Enfermedades degenerativas: en personas mayores, existen varias enfermedades neurodegenerativas, como la atrofia multisistémica (AMS), la enfermedad de Huntington y la esclerosis múltiple (ELA), que pueden desencadenar la ataxia. Estas afecciones afectan gradualmente el sistema nervioso y, en última instancia, la coordinación de movimientos.
  • Trastornos genéticos: algunas personas pueden heredar trastornos genéticos que predisponen a la ataxia. Estos trastornos pueden afectar el funcionamiento del cerebelo y otros componentes del sistema nervioso central. Ejemplos de trastornos genéticos que pueden causar ataxia en personas mayores incluyen la ataxia de Friedreich y la ataxia espinocerebelosa.
  • Infecciones cerebrales: infecciones del sistema nervioso central, como la encefalitis o la meningitis, pueden provocar inflamación y daño cerebral en personas mayores. Esta inflamación puede alterar la coordinación de los movimientos y dar lugar a la ataxia.
  • Abuso de alcohol: el abuso crónico de alcohol en personas mayores puede dañar el cerebro y el sistema nervioso central. La ataxia relacionada con el alcohol, conocida como ataxia etílica, es un síntoma común en personas que han consumido grandes cantidades de alcohol durante un período prolongado.
  • Intoxicación química: la exposición a sustancias químicas tóxicas, como metales pesados, disolventes industriales o venenos, puede causar ataxia aguda en personas mayores. Estas sustancias pueden dañar directamente el sistema nervioso central y afectar la coordinación de los movimientos.

Síntomas de la ataxia en personas mayores

Los síntomas de la ataxia pueden variar ampliamente según el tipo y la gravedad de la condición, y pueden afectar significativamente la vida de las personas mayores. A continuación, se describen los síntomas más comunes asociados a la ataxia en personas mayores:

  1. Pérdida de equilibrio: en personas mayores, la pérdida de equilibrio es uno de los síntomas más notorios de la ataxia. Las personas afectadas pueden tener dificultades para mantenerse en posición vertical y pueden experimentar caídas con regularidad.
  2. Dificultades para caminar de manera estable: la coordinación de los movimientos al caminar se ve afectada en personas mayores con ataxia, lo que resulta en dificultades para dar pasos de manera segura y estable. El patrón de marcha puede ser inestable y tambaleante.
  3. Problemas para coordinar movimientos: en personas mayores, la ataxia interfiere con la capacidad de coordinar movimientos voluntarios. Esto puede manifestarse en acciones como agarrar objetos, escribir, vestirse y otras actividades cotidianas que requieren precisión y coordinación.
  4. Dificultades en la postura: mantener una postura adecuada es esencial para la coordinación y el equilibrio en personas mayores. La ataxia puede afectar a la postura, lo que contribuye a la inestabilidad y las caídas.
  5. Pérdida de control de la voz: en personas mayores con ataxia, la capacidad para controlar los músculos responsables del habla puede verse afectada. Esto resulta en cambios en el tono y la claridad de la voz, pudiendo hacer que la pronunciación de palabras sea ininteligible en casos graves.
  6. Movimientos oculares incontrolados (nistagmo): el nistagmo, que se manifiesta como movimientos oculares involuntarios y repetitivos, es un síntoma común en la ataxia en personas mayores. Esto puede interferir en la capacidad de enfocar la vista y afectar la visión.
  7. Temblores: los temblores, movimientos rítmicos e involuntarios que pueden afectar diferentes partes del cuerpo, como las manos, los brazos o las piernas, son comunes en personas mayores con ataxia. Estos temblores pueden empeorar con el estrés o la fatiga.

La gravedad de los síntomas puede variar en personas mayores, desde leves dificultades de coordinación hasta discapacidades significativas que afectan la movilidad y la calidad de vida. La ataxia puede ser progresiva, empeorando con el tiempo, o mantenerse relativamente estable en algunos casos.

Diagnóstico y tratamiento de la ataxia en personas mayores

El diagnóstico de la ataxia en personas mayores implica una evaluación integral por parte de un especialista en neurología. Los pasos típicos en el proceso de diagnóstico pueden incluir:

  • Examen clínico: el médico llevará a cabo un examen físico minucioso y evaluará los síntomas y la historia médica de la persona mayor.
  • Imágenes cerebrales: las imágenes por resonancia magnética (IRM) o tomografía computarizada (TC) pueden ayudar a identificar anomalías en el cerebro.
  • Exámenes de electrofisiología: estos estudios pueden evaluar la función eléctrica de los nervios y músculos en personas mayores.
  • Análisis genético: en casos de ataxia de origen genético, se pueden realizar pruebas genéticas para identificar mutaciones específicas.

Una vez se haya realizado un diagnóstico preciso, el tratamiento de la ataxia en personas mayores puede abordar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Algunas de las opciones de tratamiento incluyen:

  • Kinesioterapia: la terapia física puede ayudar a mejorar la coordinación y la fuerza muscular en personas mayores.
  • Ergoterapia: esta terapia se enfoca en mejorar la capacidad funcional y la independencia en las actividades diarias en personas mayores.
  • Logopedia: la terapia del habla puede ayudar a abordar los problemas de control de la voz y el habla en personas mayores.

Cuando se trata de ataxias adquiridas en personas mayores, el tratamiento dependerá de la causa subyacente. Por ejemplo, si la ataxia es el resultado de una lesión cerebral, como un tumor cerebral, la cirugía o la quimioterapia pueden ser opciones para tratar la causa principal y reducir los síntomas de la ataxia.

Cuideo: especialistas en la atención de personas mayores y ancianos con ataxia a través de cuidadores colaboradores

Cuideo se distingue como un servicio especializado en la atención de personas mayores y ancianos que padecen ataxia, una condición neurológica que afecta la coordinación y la movilidad. Lo logra a través de su red de cuidadores colaboradores altamente capacitados y experimentados en el manejo de la ataxia.

Estos profesionales son seleccionados cuidadosamente y cuentan con la experiencia necesaria para comprender las necesidades específicas de las personas mayores con ataxia, garantizando apoyo en la movilidad, prevención de caídas y asistencia en actividades diarias.

La atención se adapta de manera individual a cada paciente a través de una evaluación integral de sus necesidades, considerando el grado de ataxia y otros factores relevantes.

La seguridad de los pacientes es primordial, y los cuidadores de Cuideo son entrenados para garantizar un entorno libre de riesgos y obstáculos. La comunicación abierta y la empatía son valores esenciales en la atención, lo que garantiza que las necesidades emocionales de las personas mayores con ataxia sean atendidas.

Además, Cuideo promueve la adaptabilidad a las cambiantes necesidades de los pacientes, ya que la gravedad de la ataxia puede variar con el tiempo.

Es gracias a todo ello que Cuideo se posiciona como una empresa de confianza especializada en la atención de personas mayores con ataxia, ofreciendo un cuidado personalizado y compasivo que contribuye al bienestar y la calidad de vida de los pacientes.

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