Distimia: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Distimia personas mayores

Muchas veces el sentimiento de tristeza constante, también conocida como depresión unipolar, está presente en las personas mayores, ya que la vejez es una etapa vital llena de cambios y no todas las personas consiguen adaptarse bien a ella. Para poder ayudarles, es importante conocer la diferencia entre distimia y depresión. Es importante destacar que la distimia se cura, por lo que hay que pedir ayuda. A continuación os explicamos que és, los síntomas y cómo se trata la distimia.

La distimia es un trastorno depresivo que no encaja en el diagnóstico de una depresión severa, aunque comparten síntomas y tratamientos. La distimia, que puede ser hereditaria, se caracteriza por largos períodos de gran tristeza y provoca que la persona se encuentre en un pozo oscuro y sin fondo. Cabe destacar que, aunque es habitual en mayores, también tiene incidencia en niños y adolescentes.

¿Qué es la Distimia?

Antes de adentrarnos en las diferencias, es importante saber qué es una distimia. La distimia es una forma de depresión crónica leve, continua y persistente. Este tipo de trastorno tiene unos síntomas menos severos que la depresión, pero suelen ser mucho más persistentes y prolongarse en el tiempo hasta volverse crónicos. El trastorno distímico tiene una duración superior a dos años en adultos y un año en menores.

Este trastorno depresivo persistente, que disminuye la serotonina, se caracteriza por una serie de síntomas vegetativos o somáticos como despertar horas antes de lo habitual, importante pérdida de peso, perder el interés en las actividades diarias, alteraciones en las funciones sociales…

Los pacientes con distimia padecen como una depresión doble, es decir, suelen experimentar altos y bajos dentro de un estado melancólico y apático generalizado. También pueden experimentar otras condiciones mentales, como el trastorno de ansiedad, de personalidad, la fobia social, la bipolaridad o la agorafobia. Incluso la fibromialgia puede ser uno de los desencadenantes. Por lo que la comorbilidad en la distimia es habitual.

Distimia: un trastorno de la afectividad

Debido a lo discretos que son los síntomas, las personas con esta condición suelen tener más problemas que aquellas con episodios depresivos para que su entorno los entienda y ayude, por lo que se pueden llegar a sentir incomprendidas. Por eso, si notas que alguna persona de tu alrededor está mínimamente triste, te recomendamos que estés atento para ver si se anima e intenta mantenerla activa.

El trastorno distímico es psicógeno, es decir, que es un trastorno producido por factores psicológicos o emocionales. Por tanto, es importante que para tratarlo se vea a un psicólogo o psicóloga. No se debe subestimar la tristeza. Cuando estamos en un estado feliz, nuestro cuerpo funciona mejor, además de tener una autoestima más elevada.

Cabe destacar que la distimia puede ser un trastorno de la afectividad por trastorno adaptativo, es decir, un trastorno del estado de ánimo que aparece debido a una vivencia muy estresante, como una infidelidad, problemas con la pareja o la jubilación (hay personas que no consiguen adaptarse a esta nueva etapa de la vida). Pero, como veremos más adelante, no es el único hecho que se tiene que dar para padecer este trastorno.

¿Qué es la depresión?

La depresión es un trastorno del ánimo muy conocido y, tristemente, más presente en la sociedad de lo deseado. Como muy bien sabemos, un ánimo deprimido que llega a ser patología conlleva baja autoestima, tristeza, insomnio y melancolía, entre otros síntomas. Todos nos hemos sentido así alguna vez en nuestra vida, pero lo que sucede con algunas personas es que no son capaces de “salir del hoyo”.

Si nos centramos en el significado oficial según la RAE, la definición de depresión es “síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos”.

Cuando la depresión pasa a ser severa, el paciente puede llegar a experimentar pensamientos suicidas o, incluso, a autolesionarse. Si este sentimiento se extiende en el tiempo, se puede llegar a hablar de depresión crónica. Cuando una depresión no llega a ser severa, pero sí crónica, aparece la distimia.

Este trastorno anímico es serio, por lo que antes de afirmar nada, es mejor acudir a un especialista para diagnosticar la depresión y que paute el tratamiento adecuado para cada caso.

También cabe destacar el trastorno ansioso depresivo severo, que es una combinación de los síntomas de la ansiedad y la depresión al mismo tiempo. Las personas que lo sufren deben tener un seguimiento de su psicólogo o psiquiatra para adaptar el tratamiento según su evolución.

Principales diferencias entre distimia y depresión

Visto qué es la distimia y qué es la depresión, ¿cuál es la diferencia entre distimia y depresión? Son trastornos muy parecidos, pero tienen dos puntos que las diferencian y hacen que no sean sinónimos:

  • No implica falta de interés en experimentar placer ni pensamientos suicidas.
  • No presenta agitación ni lentitud motora.

El hecho de mantener el interés por hacer cosas que le gusten, complica detectar que una persona de nuestro alrededor puede padecer este trastorno. Aun así, es posible detectarlo si vemos que está un poco triste durante mucho tiempo. La depresión, en cambio, es mucho más visible, por lo que es más fácil de detectar.

Principales síntomas de la distimia

La distimia tiene unos síntomas que la caracterizan y que ante estos síntomas físicos y psicológicos, no hay que infravalorar la situación. La evolución de cada persona es distinta, pero suelen aparecer los siguientes:

  • Melancolía y tristeza constante
  • Cansancio y baja actividad
  • Alimentación y sueño alterados
  • La concentración y la memoria se ven afectados
  • Baja autoestima y poca interacción social
  • Más del 75% de los pacientes con distimia padecen algún otro trastorno o enfermedad crónica (dolencia física, drogadicción u otros desórdenes)
  • Pensamientos negativos

Causas y factores riesgos de la distimia

¿Cuáles son las causas de la distimia? No existe una sola causa que explique la aparición de este trastorno. Sin embargo, es cierto que existen varios riesgos bioquímicos, genéticos, psicológicos y ambientales que pueden contribuir a la aparición del trastorno anímino, pero a día de hoy, aún no se ha podido determinar un origen en concreto. Los investigadores siguen estudiando este trastorno anímico para poder hallar su causa y mejorar cómo se trata la distimia.

¿A quién afecta la distimia?

No afecta a todas las personas por igual. En términos genéricos, la distimia afecta personas que ya tienen antecedentes familiares y que están o han estado sometidas a situaciones de gran estrés y ansiedad emocional. Actualmente, afecta a un 2% de la población y las estadísticas dicen que afecta 5 veces más a las mujeres que a los hombres.

Por tanto, no todas las personas tienen las mismas posibilidades de tener este trastorno; aun así, es importante tener unos hábitos que nos hagan felices y nos desestresen. Según los investigadores de las Zonas Azules, saber parar y relajarse es uno de los 9 hábitos para vivir más y mejor.

¿Cómo se diagnostica la distimia?

¿Cómo saber si tienes distimia? El diagnóstico de la distimia se suele hacer mediante la combinación de tres tipos de tests que ayudan a hacer un diagnóstico diferencial:

  • Pruebas psicológicas para determinar los comportamientos y síntomas concretos y descartar otros trastornos que también afectan al estado de ánimo, como la bipolaridad, y que tienen síntomas parecidos, como la depresión severa. Para poder diagnosticar un caso, se debe tener al menos dos síntomas desde hace dos años en el caso de los adultos y uno en el de los menores, como comentábamos anteriormente.
  • Pruebas físicas para asegurarse de que la salud física es correcta, ya que hay patologías que pueden causar síntomas parecidos a este trastorno.
  • Relacionado con el examen físico, también se hacen análisis de sangre para descartar afecciones con sintomatología similar, como los problemas de tiroides o deficiencias de vitaminas.

¿Cómo puedo saber si tengo distimia? Si crees que puedes padecer este trastorno emocional, debes ir a un profesional y evitar autodiagnosticarte. Es muy importante estar acompañado de un profesional para poder hacer frente a la distimia correctamente.

Tratamiento de la Distimia: Aceptación y lucha

Por suerte, la distimia se cura, pero no solo con fármacos como los antidepresivos, también requiere la voluntad e involucración del paciente. ¿Cómo se puede curar la distimia?, ¿cuál es el tratamiento para la distimia?

  • El primer paso para luchar contra esta condición es empezar a cuidarse, a preocuparse por uno mismo y ver que hay más camino en la vida de lo que creemos. El paciente debe aceptar que padece este problema y debe empezar a buscar su chispa optimista.
  • El yoga y la meditación son una herramienta muy buena para sacarnos el estrés y empezar a cuidarnos. Estos son tratamientos natural para la distimia que solo pueden hacer bien, ya que no tienen efectos secundarios. Además, ayudan a reducir el riesgo de pérdida de memoria.
  • La medicación, la psicoterapia y una actitud realista y valiente consiguen que los síntomas mejoren.
  • Las terapias conductuales cognitivas  también pueden dar buenos resultados.

Muchas personas que conviven con este trastorno consiguen llevar una vida plena y normalizada, por lo que tú o tu ser querido también puede. Hace falta ser consciente del problema y querer solucionarlo para empezar a sanar y embarcarse en una vida feliz.

Si crees que tú o uno de tus seres queridos padecéis distimia, es muy importante acudir al médico de la especialidad de psiquiatría para pautar el tratamiento y empezar a trabajar en la mejora del paciente. Es importante seguir las recomendaciones del especialista en distimia. Él o ella te indicará cómo superar la distimia y salir de ella.

¿Qué pasa si no se trata la distimia?

El trastorno distímico es crónico, por lo que no tratarlo implica vivir constantemente en una tristeza y desánimo que puede afectar a la vida laboral, familiar y personal. Se corre el riesgo de caer en depresión crónica. El trastorno distímico es a largo plazo y nos puede llevar a estar un tiempo de baja laboral, ya que la distimia tiene grado de discapacidad y es causa de incapacidad permanente si no se trata.

No abandonemos nuestra salud mental. Es importante buscar ayuda, aunque resulte difícil, y tratar la distimia porque sino se vive sin disfrutar de la vida, sin saber apreciar las pequeñas cosas, como pasar tiempo con los hijos e hijas. Estamos aquí, vivos, por lo que disfrutemos de este tiempo. Tratémonos y volvamos a sonreír.

«No existen atajos para llegar a la felicidad y tener una vida llena de sentido, pero tampoco llegarás a ella si no te mueves para alcanzarla»

Personas mayores con distimia: cuidados a domicilio

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