¿Qué es la parestesia? Causas y tratamiento en mayores

Parestesia personas mayores

¿Te has preguntado alguna vez por qué se duermen las extremidades? Todas las personas hemos sentido alguna vez que se nos duerme una parte del cuerpo. Por ejemplo, cuando por una mala postura se siente una sensación de hormigueo en el brazo y decimos que «se nos ha quedado dormido». Esa sensación de hormigueo llamada parestesia es algo habitual cuando tomamos una postura un largo período de tiempo. Pero hay casos en los que esta sensación puede significar la presencia de una patología.

Por lo general cuando la parestesia es benigna no es necesario la toma de medicamentos, pero cuando aumenta la intensidad y se convierte en una sensación de hormigueo constante con pinchazos dolorosos, se denomina disestesia y es necesario en estos casos el uso de fármacos y un tratamiento. Por eso, es importante saber qué es la parestesia, sus síntomas y sus causas para solo alertarnos si es necesario.

¿Qué es la parestesia?

El significado de parestesia es muy conocido, aunque no se suele asociar a dicha palabra. Parestesia es el nombre médico del hormigueo que sentimos muchas veces las personas y también se conoce como parestesia nerviosa por su relación con el sistema nervioso. Este sustantivo define las sensaciones anormales que sentimos a nivel cutáneo sin un estímulo, como un cosquilleo, pinchazos o ardor causados por una compresión o irritación de los nervios.

Puede ser peligrosa según sus causas, aunque normalmente es inofensiva. Más adelante veremos qué provoca esta sensación y cómo hacer que desaparezca.

Parestesia o disestesia

Esta condición se suele confundir con la disestesia. Esta segunda es un tipo de dolor crónico causado por un problema en el sistema nervioso central que manda mensajes incorrectos a los nervios de la piel. Es más doloroso que la parestesia y, por tanto, más grave.

Diferencia entre plejia, paresia y parestesia

Tampoco se debe confundir con la plejia o la paresia. La principal y gran diferencia es que estas dos comportan parálisis. Cuando la parálisis de los músculos es total, hablamos de plejia, mientras que si es parcial y el síntoma es una disminución de la fuerza muscular y de movimiento, es paresia.

Causas de la parestesia

¿A qué se debe la parestesia? Como hemos comentado, esta condición se da por la presión o irritación de los nervios. Esto puede pasar cuando estamos con las piernas cruzadas un largo rato o sostenemos a alguien en brazos. Pero hay ocasiones en las que sentimos un hormigueo en el cuerpo sin causa aparente. Es en estas situaciones en las es grave o puede serlo.

Pero, ¿por qué se da esta situación? Normalmente es por una enfermedad neurológica o accidentes cerebrovasculares, aunque también existen otras causas frecuentes. Las causas más comunes de la parestesia son:

Parestesia por estrés y por ansiedad

La adaptación a la vejez no siempre es buena. Se viven muchos cambios con la jubilación y en el cuerpo que a veces son difíciles de procesas. A esto, hay que sumarle la pérdida de red social por fallecimiento o por la imposibilidad de las amistades de salir del hogar porque son dependientes. Por todo esto, muchas veces aparece la soledad, estrés o ansiedad generalizada.

Una de las causas de la parestesia justamente es tanto la ansiedad como el estrés. Puede aparecer como una parestesia que va y viene o estar presente constantemente. No es dolorosa, pero sí molesta. La parestesia facial por ansiedad y la craneal son unas de las más habituales en estos contextos, aunque en las manos y los pies también suelen estar bastante presentes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al estrés como el conjunto de reacciones que prepara al organismo para la acción. En este sentido, el mismo es uno de los principales desencadenantes de la parestesia. No es nada extraño que las personas al pasar por situaciones de estresantes acudan a especialistas con sensaciones de adormecimiento y hormigueo en sus extremidades.

Es importante que ante estas situaciones se intente conseguir un estado de relajación que aleje el estrés.. Por supuesto lo complicado es conseguir tranquilizarnos y llegar a este estado óptimo, siendo necesario buscar alternativas naturales o farmacológicas para conseguirlo.

Cabe destacar que las parestesias psicosomáticas están muy extendidas en la sociedad actualmente a todas las edades por el gran estrés que se suele vivir día a día.

Cuánto dura la parestesia por ansiedad

Normalmente suele ser puntual, aunque en periodos de más ansiedad puede durar todo el día de manera intermitente. Aun así, es transitoria y se va cuando nos relajamos y reducimos la ansiedad. Sucede lo mismo en el caso de ser originada por estrés.

Asimismo, se pueden recurrir a diferentes actividades y técnicas para ayudar a que volvamos a una situación normalizada como por ejemplo llevar una rutina de ejercicios o en el caso de las personas mayores caminar para minimizar la sensación de adormecimiento en las extremidades.

Tipos de parestesias

Si nos centramos en los tipos que hay, podemos destacar tres:

  • Parestesia de Berger. Es la que se siente en la piel y afecta sobre todo a jóvenes y a personas mayores. Suele presentarse en las extremidades inferiores como hormigueo, debilidad o pérdida de sensibilidad. No tiene causa aparente.
  • Sinagesia. Hace referencia a la sacudida repentina e involuntaria de los músculos de la lengua y suele ser causada por neuropatías leves, problemas de articulación temporomandibular, disfunción cognitiva y tras episodios psicológicamente traumáticos.
  • Parestesia de Bernhardt. Se manifiesta como trastornos sensitivos las partes que reciben la señal del nervio femorocutáneo, en el plexo lumbar. Suele darse por exceso de alcohol, una enfermedad infecciosa, diabetes, o traumatismos.

Parestesia: síntomas y afectaciones

¿Cómo se siente la parestesia? Hay unos síntomas muy características de esta condición. Suele sentirse como un cosquilleo, entumecimiento, debilidad, calambres, pinchazos o rigidez. No siempre se da cuenta fácilmente la persona, ya que la zona sigue siendo flexible. Aun así, se suele ver que se pierde un poco la funcionalidad de la parte en la que se notan los síntomas. A veces también se tiene una sensación de frío que va desapareciendo cuando se disuelve la parestesia, así como una pérdida de sensibilidad.

Cabe destacar que uno de los síntomas más frecuentes es la sensación de hormigueo en brazos y piernas.

También de mucho la parestesia nocturna, que se da cuando dormimos y al despertarnos. Esta sensación es normal y desaparece a los minutos.

Dónde se suele tener parestesia

Si nos centramos un poco más en las partes del cuerpo en las que se suele sentir este hormigueo en la vejez, podemos destacar las siguientes:

  • Parestesia dental.
  • Parestesia facial o en la cara y en la cabeza.
  • Parestesia cutánea.
  • Parestesia en las manos u hormigueo en las manos.
  • Parestesia en miembros inferiores o entumecimiento de miembros inferiores.
  • Parestesia en pies u hormigueo en los pies.
  • Parestesia piernas, pérdida de sensibilidad en la pierna o cosquilleo en las piernas.
  • Parestesia en todo el cuerpo.

Estas son las zonas del cuerpo en las que se suelen notar los síntomas. Como podemos ver, son muy diversas, ya que el cuerpo está lleno de nervios potencial es a sufrir un pinchazo o una inflamación.

El uso de vitamina B para la parestesia dental

La parestesia dental afecta al 2-8% de las operaciones, aunque solo el 0,5% es irreversible y generalmente está relacionado con extracciones complicadas de las muelas del juicio.

Los especialistas dentales recomiendan tomar complejos de vitaminas B para promover la regeneración de los nervios. La vitamina B hace referencia a un total de ocho vitaminas diferentes.

Además, se ha demostrado científicamente que las personas mayores son más propensas a tener deficiencias de vitamina B12.

Parestesia facial: menos común y relacionada con los dientes

La parestesia facial se refiere al entumecimiento de cualquier área de la cara. En este caso, la parestesia facial está estrechamente relacionada con problemas bucales.

De hecho, las causas del entumecimiento facial suelen ser consecuencia de efectos secundarios después de tratamientos dentales que no se planificaron correctamente.

Síntomas de la parestesia facial

Los síntomas de la parestesia facial son fáciles de detectar, ya que generalmente se manifiestan como una sensación de entumecimiento en el área afectada.

  • Entumecimiento facial.
  • Hormigueo en una zona localizada, por ejemplo, en la región del pómulo después de la extracción de una muela del juicio.
  • Pérdida de sensibilidad en el rostro.
  • Dolores de cabeza después de una cirugía dental.
  • Si las mucosas de la boca están afectadas, la sequedad bucal es un síntoma evidente y común.

Por lo general, la parestesia facial no dura más de seis meses, más bien entre dos y seis meses. El tratamiento de la parestesia facial se basa en la prevención y la visita a clínicas dentales.

La parestesia en las manos, la más común

El adormecimiento de las manos es un problema muy común al que a menudo no se le da la importancia que merece.

Pero si persiste en el tiempo, es importante consultar a un médico, ya que el hormigueo o entumecimiento en las manos puede ser un síntoma de ciertas enfermedades.

El adormecimiento de las manos se debe a una alteración de la sensibilidad debido a un exceso. Es decir, a diferencia de lo que ocurre en la anestesia (pérdida o disminución de la sensibilidad), en este caso se produce una sensación anormal sin que haya un estímulo que la provoque.

La principal causa del hormigueo en las manos es una alteración de las fibras nerviosas sensoriales. Es por eso que la parestesia en las manos puede estar relacionada con diversos problemas de salud que debe diagnosticar un médico especialista.

También puede ser causada por un trastorno cerebral que daña las áreas que reciben información de las manos. El hormigueo en las manos es uno de los más comunes, junto con el hormigueo en las piernas.

Finalmente, la clave para determinar si la parestesia es un síntoma de una enfermedad más grave es observar si se repite a diario o de manera muy recurrente. En el primer caso, será necesario consultar a un especialista.

Parestesia en las extremidades inferiores: piernas y pies

La parestesia en las extremidades inferiores afecta a la zona de la cadera, las piernas, los muslos y los pies.

En este caso, la parestesia en las piernas es bastante común debido a las largas horas que pasamos sentados en cualquier lugar, cruzando las piernas durante mucho tiempo o durmiendo en una mala postura sobre una pierna.

Normalmente, todas estas situaciones terminan de la misma manera: con una sensación incómoda de hormigueo y pérdida de sensibilidad.

Sin embargo, algunos profesionales están expuestos a diferentes tipos de parestesia, como fisioterapeutas, limpiadores, cocineros, artesanos, cuidadores, amas de casa, así como personas que pasan muchas horas frente a un ordenador y un teclado.

Cómo se diagnostica

Cómo detectar esta condición una vez somos conscientes de sus síntomas es bastante fácil. Lo la pregunta adecuada frente a los signos de alerta es: ¿Cuándo preocuparse por parestesias y qué hacer en caso de sufrirla? Se debe acudir a un neurólogo en caso de que las sensaciones no desaparezcan durante un largo rato, puede ser un síntoma de problema en los nervios. Esto requiere una revisión profesional para definir un tratamiento individualizado. ¿Cómo quitar la parestesia? Lo vemos a continuación.

Tratamiento de la parestesia en personas mayores

Ahora que ya sabemos qué es una parestesia y por qué se produce, por lo que queremos centrarnos en saber cómo se cura y cómo mejorar sus síntomas. Para definir el tratamiento, se debe saber qué origina la situación para tratar la causa directamente.

Si la causa es una enfermedad neurológica o degenerativa, parte del tratamiento será hacer sesiones de neurorrehabilitación. También suele recomendarse la fisioterapia para aliviar la parestesia causada por presión en el nervio.

Si la condición es puntual y sin una causa más allá de una mala postura, lo ideal es evitar hacer movimientos repetitivos y el sedentarismo. Es importante la actividad física diaria. En el caso de que sea por un desequilibrio vitamínico o de minerales, debemos acudir a un nutricionista para que nos paute unos suplementos en caso de ser necesarios.

Impacto de la parestesia en la calidad de vida de los ancianos

La parestesia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas mayores. Estas sensaciones anormales pueden resultar incómodas, dolorosas e interferir con las actividades diarias y el bienestar general. Algunos de los efectos que la parestesia puede tener en los ancianos incluyen:

  1. Dificultades en las actividades cotidianas: el entumecimiento, hormigueo o picor en las manos, piernas o pies puede dificultar la realización de tareas básicas, como escribir, caminar o sostener objetos.
  2. Riesgo de caídas: la parestesia en las extremidades inferiores puede afectar el equilibrio y aumentar el riesgo de caídas en las personas mayores. Esto puede resultar en lesiones graves y limitaciones físicas adicionales.
  3. Trastornos del sueño: las sensaciones incómodas de parestesia pueden interferir con el sueño y provocar dificultades para conciliar el sueño o despertares nocturnos frecuentes. Esto puede llevar a la fatiga y el cansancio durante el día.
  4. Limitaciones en la movilidad: si la parestesia afecta las piernas o los pies, puede dificultar la movilidad y reducir la capacidad de realizar actividades físicas, lo que puede llevar a un estilo de vida sedentario y afectar la salud en general.
  5. Deterioro de la salud mental: vivir con parestesia crónica puede causar estrés, ansiedad y depresión en las personas mayores. El malestar físico constante y la preocupación por la causa subyacente pueden afectar negativamente el bienestar emocional y la calidad de vida en general.

Es importante que las personas mayores que experimentan parestesia busquen atención médica para recibir un diagnóstico adecuado y explorar las opciones de tratamiento disponibles.

El médico puede evaluar las causas subyacentes, prescribir medicamentos o terapias específicas, y proporcionar recomendaciones para mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas de parestesia.

Cuideo: profesionales en el cuidado de mayores con parestesia

En Cuideo, entendemos las necesidades únicas de las personas mayores que sufren de parestesia y nos enorgullece ser expertos en el cuidado y atención de estos individuos.

Nuestro enfoque compasivo y dedicado nos permite proporcionar un apoyo integral y personalizado para aquellos que experimentan sensaciones anormales, como el hormigueo, entumecimiento o picor.

Nuestro equipo de cuidadores profesionales está capacitado para comprender los desafíos que la parestesia puede presentar en la vida diaria de las personas mayores. Trabajamos en estrecha colaboración con los individuos y sus familias para desarrollar planes de cuidado individualizados que aborden las necesidades específicas de cada persona.

Nuestros cuidadores están capacitados para garantizar asistencia en actividades cotidianas, asegurando que se realicen de manera segura y sin causar molestias adicionales.

Todo ello porque comprendemos que la parestesia puede afectar la calidad de vida y el bienestar emocional de las personas mayores. Nuestro equipo se esfuerza por crear un entorno de apoyo y comprensión, ofreciendo un compañerismo cálido y atento.

Asimismo, nuestros cuidadores están capacitados para reconocer los signos de malestar o complicaciones relacionadas con la parestesia, y están preparados para tomar medidas adecuadas y comunicarse con los profesionales de la salud en caso de ser necesario.

En Cuideo, nos comprometemos a proporcionar un cuidado de calidad y personalizado a las personas mayores con parestesia.

Por todo esto, nuestro objetivo es mejorar su calidad de vida, promoviendo su bienestar físico y emocional en un entorno seguro y confortable. Si estás buscando cuidadores especializados en parestesia, puedes confiar en nuestro equipo de profesionales comprometidos y experimentados.

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